El Málaga sonrió a medias. Lo hará de forma plena con el paso de las semanas, cuando piensen: sacamos un punto del José Zorrilla, estadio de un claro candidato al ascenso. Sobre todo, por el cómo. Otra vez el desenlace pasaba por andar al filo de la derrota. Pero un gran Dani Martín fue decisivo y el Málaga enseñó solvencia atrás. El gol de penalti de Brandon pudo tener más canje, sí. También el Valladolid mereció más. Pero un punto en Pucela es salsa agridulce ahora y, con el paso de las semanas, trufa y de la cara.
Con la meritocracia por delante, el once del Málaga volvió a tener a Genaro como segundo guardia junto a Escassi, doble muro para dejar libertad a Jozabed como enganche. Ahí donde se gusta. Pero la cosa no empezó cómoda para los de José Alberto, que no consiguieron quitarle la bola ni el protagonismo al Valladolid. A los 12 minutos ya tuvo que aparecer Dani Martín, reflejo de un Málaga en zozobra.
Mejoró el equipo malagueño teniendo más posesión para intentar generar con Jozabed entre líneas. La gasolina era Kevin por la izquierda, un día más indiscutible como argumento de ataque, pícaro y experto en sacar el todo de la nada.
En el minuto 35, sin embagro, el que sacó la varita fue Paulino, que tiró un caño en línea de fondo que se comió El Yamiq, quien hizo falta clarísima dentro del área que no dudó en pitar Iglesias Villanueva. El primer penalti que le pitan al Málaga en la temporada lo convirtió el jugador que más ocasiones generaba con menos acierto: Brandon Thomas. Esta vez sí. A la derecha de Roberto, gol, sonrisa, liberación. Y bailecito con su “hermano pequeño” Kevin en la celebración. En el punto y seguido no hubo nada más que un Málaga confiado y un Valladolid desquiciado, con varias amarillas recibidas y sin encontrar, en la primera parte, ni a Sergio León ni a Cristo arriba.
En el segundo acto, el Valladolid encontró el remedio rápido. Roque Mesa se inventó un pase de esos que rompe líneas para Cristo, que de espaldas a la portería encontró el momento exacto para envolver el balón con papel de regalo y otorgarlo a Óscar Plano, que no falló en su llegada al área. Empate y desenfreno. Impuso ritmo frenético el Valladolid y una contra que terminó en una parada antológica de Dani Martín. El gol de los locales removió las bases del partido. El fútbol, como un cóctel abandonado, a veces solo hay que agitarlo para encontrarle el sabor.
Roberto entró por Paulino, hipotecado con una amarilla, y probó en serio al otro Roberto, el que evitó el gol del canterano malaguista con una mano de piedra. El minuto se volvió segundo para el Pucela, y el Málaga dejó de ser conformista para ir a por el partido cuando tocara, ya fuese con los contraataques por banda o vía balón parado. Pero el equipo boquerón acostumbra al latido rápido, al sufrimiento desde el sofá. Volvió a pasarlo mal, otra vez recurrió a los guantes salvadores de Dani Martín y, pese al asedio por momentos de los de Pacheta, consiguió salvar un empate para empezar a pensar que solo hay un Málaga, y no dos distintos. El de fuera y el de casa son desde ahora un poco más de lo mismo.
- Ficha técnica:
1 - Real Valladolid: Roberto; Luis Pérez, Kiko Olivas, El Yamiq (Javi Sánchez, m.64), Nacho; Óscar Plano (Kike Pérez, m.89), Aguado (Alcaraz, m.78), Roque Mesa, Toni Villa (Slavy, m.89); Cristo González (Anuar, m.65), Sergio León.
1 - Málaga CF: Dani Martín; Ismael, Juande, Peybernes, Javi Jiménez; Paulino (Roberto, m.70), Escassi, Genaro, Kevin; Jozabed (Ramón, m.90), Brandon Thomas (Antoñín, m.79).
Goles: 0-1, m.36: Brandon, de penalti. 1-1, m.53: Óscar Plano.
Árbitro: Javier Iglesias Villanueva (Comité gallego). Mostró cartulina amarilla a El Yamiq (m.35), Roque Mesa (m.38), Cristo (m.43), Anuar (m.90), del Real Valladolid; y a Paulino (m.60), Juande (m.84) y Genaro (m.90), del Málaga.
Incidencias: Partido correspondiente a la novena jornada de LaLiga SmartBank disputado en el estadio José Zorrilla ante 14.408 espectadores.
