EEUU está “finalmente listo para cumplir la promesa” de cambiar un sistema con problemas, indicó Obama, quien dijo esperar que la Cámara de Representantes y el Senado lleguen pronto a un acuerdo sobre armonización de las versiones de cada cámara del proyecto para que él pueda promulgar la ley.
El presidente pronunció unas breves palabras desde la Casa Blanca poco después de que el Senado aprobara, por 60 votos a favor y 39 en contra, el proyecto de reforma sanitaria.
La Cámara de Representantes aprobó su versión del proyecto el pasado 7 de noviembre.
Obama se refirió a la iniciativa como “la legislación más importante” desde la aprobación del sistema de seguridad social en 1930.
Insistió, además, en que la medida aprobada por el Senado incluye las “medidas más severas de la historia” para frenar los abusos del sector de seguros.
Aseguró que después de lo ocurrido ayer, EEUU está “increíblemente cerca” de lograr que la cobertura médica sea asequible para la mayoría de los ciudadanos y expresó su deseo de que el 2010 sea “finalmente” el año en el que se reformó el sistema de cobertura sanitaria del país.
A diferencia de otros países desarrollados Estados Unidos carece de un sistema de cobertura médica universal.
La Oficina del Censo de EEUU calcula que unos 46,3 millones de los 300 millones de estadounidenses carecían de seguro médico en el año 2008.
A eso se suma el fuerte incremento en los costes sanitarios, ya que EEUU destina alrededor del 16,2% del Producto Interior Bruto (PIB) a gastos sanitarios, casi el doble que la media de países desarrollados.
“Estamos finalmente a punto de hacer realidad la promesa de una reforma sanitaria real y significativa que aportará seguridad y estabilidad adicional al pueblo estadounidense”, dijo Obama antes de partir de vacaciones de Navidad hacia su archipiélago natal de Hawai.
El presidente insistió que una vez promulgada ley, algo que los demócratas esperan que suceda antes del discurso sobre el Estado de la Unión, a finales de enero, la legislación será la más importante desde la aprobación de la Ley de Seguridad Social en 1930.
Igualmente entusiasta se mostró el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, quien calificó el voto de “histórico”.