A pesar de la pandemia y su impacto en el teletrabajo, el mercado de alquiler de oficinas en Málaga en la segunda mitad del año muestra síntomas de recuperación, alcanzando un volumen de contratación incluso superior al de 2019. En los nueve primeros meses del año, la superficie contratada en la ciudad alcanza los 17.652 metros cuadrados, por encima de los 12.270 registrados en 2019. Estos datos se extraen del informe que ha presentado CBRE, consultora inmobiliaria, sobre el mercado de oficinas en Málaga.
Según Pelayo Fernández, director de CBRE en Málaga, la “falta de promoción de edificios de oficinas en los últimos años, unido al interés que está generando Málaga, especialmente por parte de empresas tecnológicas, hace que la disponibilidad de superficie sea muy baja, principalmente en las zonas más céntricas de la ciudad, siendo el centro financiero el preferido de las compañías”.
En detalle
Según este informe, la capital malagueña cuenta con un total de superficie de oficinas de casi 600.000 metros cuadrados, de los que dos terceras partes se concentran en el PTA (392.733 metros cuadrados) y en el centro la oferta disponible alcanza los 72.392 metros cuadrados. En lo que respecta a la disponibilidad, esta se sitúa en torno al 4,5 % para el conjunto de la ciudad, siendo inferior al 2 % en la zona centro. Respecto a otras ciudades, Málaga tiene un stock similar al de ciudades como Valencia y algo inferior al de Sevilla, pero muy alejado de Madrid o Barcelona.
Por otro lado, el porcentaje de empresas que demandan mayores superficies ha crecido, situándose en el 37 %, frente a 2019 cuando solo un 10 % de las demandas eran para superficies superiores a los 1.000 metros cuadrados. En cuanto al perfil de compañías demandantes, las del sector tecnológico son las más activas, suponiendo el 80 % de la demanda.
Asimismo, el auge del teletrabajo a raíz de la situación sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus ha llevado a las empresas a replantearse la ubicación de sus oficinas y la superficie a ocupar. Así, se observa una tendencia por parte de las compañías a ubicarse en zonas más céntricas, dejando atrás el PTA y las áreas más periféricas.