Cuesta arriba y sin frenos. Esta es la dinámica que acusa el recibo de la factura de la luz desde el pasado verano, con subidas históricas que tienen pocas perspectivas de estabilizarse. Una situación que se ha vuelto “insostenible” para muchos hogares y sectores económicos ya de por sí castigados por la pandemia, como es el caso de la hostelería. Así lo denuncian desde la Asociación de Hostelería de Jerez tras hacerse eco de las quejas de sus asociados, para los que ni siquiera es una salida factible cerrar su negocio. Una dolorosa medida que, en su caso, “cuesta mucho dinero”, apunta el presidente de la asociación, Alfredo Carrasco. Para visualizar esta tendencia al alza sin precedentes, desde el colectivo de hosteleros, que el próximo mes de abril cumplirá un mes de su constitución, ha tirado de una factura tipo de un local que no ha hecho ningún cambio frente a 2020 ni en maquinaria ni de ampliación de local. Mientras que en los meses de verano, este negocio ha pagado un 46% más que el pasado año por las mismas fechas, desembolsando casi 1.000 euros más por mes, en octubre el gasto ha seguido disparándose hasta un 60% frente al mismo mes en 2020, lo que se traduce en un incremento de casi 1.200 euros más en el recibo de la luz.
Si de julio a octubre este local pagó hasta 4.090 euros por el consumo en suministo eléctrico, este año en las mismas fechas el importe asciende a los 7.642, es decir, ha desembolsado 3.552 euros más que hace un año. El problema, añade Carrasco, es que si para los meses de verano estaban algo más mentalizados, porque habitualmente suele haber un repunte -nunca de esta dimensión- por el aire acondicionado y la maquinaria para enfriar- octubre se ha despedido asestando un nuevo mazazo con el que ya sí que no contaban. “En agosto denunciamos que había negocios que pagaban más de luz que de alquiler, pero es que normalmente en octubre el recibo empezaba a bajar, y todo parece indicar que vamos a seguir en la misma tónica. Nos parece alarmante pasar de 900 a 2.100 euros. No paramos de recibir nuevas tarifas de proveedores...”, señala el representante de los hosteleros, que ve complicado que el sector pueda revertir estos pagos.
“Ahora viene una temporada importante con las zambombas, con terrazas llenas, el problema va a ser en enero, febrero, marzo...cuando no venga tanta gente y las tarifas sigan así”. ¿Puede costarles estos pagos el cierre de los negocios? Ni siquiera eso. “Los datos no están para cerrar, sino para salir corriendo, es complicado, pero la situación es bastante preocupante”, manifiesta, tras advertir que este aumento en la tarifa del suministro eléctrico, los pies y las manos para este sector, “está destrozando a muchos pequeños negocios”. Lo peor de todo, es que la secuela de la crisis sanitaria sigue tan viva como la pandemia, de ahí que este incremento de la factura a más de la mitad respecto al pasado año pueda convertirse en la estocada final. “Somos autónomos, respondemos con nuestro patrimonio, hay gente que en la pandemia ha rehipotecado su vivienda o ha pedido dinero prestado porque no le quedaba otra”, concluye. Saben que no es un problema aislado, por eso hacen un llamamiento al Ejecutivo central y a los partidos para aunar esfuerzos.