La hermandad de Cristo Rey en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Fuensanta, ‘La Borriquita’, tomó todo el protagonismo posible el fin de semana con motivo de su salida extraordinaria en procesión. El desfile bien recordó al de Semana Santa por el ambiente generado y por los detalles en torno al paso de Cristo, con el acompañamiento de acólitos y del Ayuntamiento representado por el delegado del Barrio Bajo, Jesús Rojas.
El paso fue portado por los habituales costaleros y cargueras de la propia hermandad, en un recorrido en torno a la parroquia de María Auxiliadora y otras calles aledañas del Barrio Bajo. Para la ocasión, se invitó a todos los hermanos mayores o representantes de las hermandades de Arcos, Permanente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías y Ayuntamiento para que acompañaran la procesión vara en mano. Tras el paso pudieron hacer lo propio cuantos hermanos y feligreses lo deseen acompañando a la imagen de Cristo Rey. Fueron también numerosos los vecinos y curiosos que se incorporaron en algún momento al recorrido, recordando en este sentido al Domingo de Ramos cuando la hermandad realiza su estación penitencial en Semana Santa.
En esta ocasión, la procesión se llevó a cabo con un claro propósito: rogar a Dios por el alma de las personas fallecidas a consecuencia de la COVID-19, los sanitarios, fuerzas de seguridad y cuantas partes han estado en primera línea de batalla frente al virus. Así se puso colofón a los cultos de la hermandad, que el sábado acogió una misa consagrada a los niños y jóvenes de la hermandad y a todos los hermanos que cumplen más de 50 años en la cofradía. El domingo 21, previamente a la salida procesional, se celebraba la Función Principal de Instituto en María Auxiliadora.