El aeropuerto de Córdoba ha realizado la noche de este miércoles un simulacro de accidente aéreo, con el objeto de evaluar los procedimientos establecidos en su Plan de Autoprotección, así como de poner a prueba la coordinación y capacidad de respuesta de los diferentes colectivos --externos e internos-- que atenderían una emergencia de este tipo.
Todos los aeropuertos de la red de Aena disponen de un Plan de Autoprotección destinado a minimizar las consecuencias que tendrían un accidente aéreo o cualquier otro incidente en sus instalaciones, según detallan desde Aena.
El plan se mantiene actualizado mediante la organización de simulacros generales de emergencia aérea --cada dos años-- y simulacros periódicos parciales. El ejercicio se ha enmarcado en el primero de los dos grupos, aunque todos persiguen el mismo fin: analizar los tiempos de reacción de los colectivos implicados y optimizar la coordinación entre ellos.
En esta ocasión, el simulacro general ha tenido lugar en horario nocturno. La decisión de hacerlo en estas circunstancias obedece, por un lado, a que se ha cumplido un año desde que el aeropuerto está habilitado para la operativa de aeronaves en visual nocturno y, por otro, a que se añade cierta complejidad al ejercicio --ha requerido, entre otros medios, la utilización de sistemas auxiliares de iluminación--.
El simulacro ha girado en torno a un avión comercial tipo aerotaxi que, a causa de una fuerte cizalladura, pierde el control en el aterrizaje e impacta contra el terreno, incendiándose posteriormente.
Al observar lo ocurrido, la torre de control alerta al Centro de Operaciones (Ceops), que avisa al Servicio de Extinción de Incendios (SEI) del aeropuerto y activa el Plan de Autoprotección, declarando la alarma general y llamando al 112 para solicitar su participación.
Nada más recibir el aviso, los bomberos se dirigen al lugar del accidente para controlar el incendio en el área crítica, acceder a la cabina del avión, extinguir las llamas en su interior, ventilarla y rescatar a aquellos ocupantes que no pudieran salir de ella por su propio pie.
Una vez culminada la evacuación del avión, se han clasificado los heridos por parte de los efectivos sanitarios, con el fin de establecer la urgencia que requería la atención médica para cada uno de ellos. De los cuatro ocupantes de la aeronave, uno ha resultado herido grave, dos de pronóstico reservado y otro leve.
Una parte del simulacro se ha centrado en la atención a los familiares de las víctimas, para los que se ha activado una sala específica. Por cada víctima de accidente aéreo, suelen desplazarse al aeropuerto varias personas de su entorno más cercano, lo que indica la importancia de poner a prueba los protocolos existentes en este ámbito.
COLECTIVOS PARTICIPANTES
En la realización de este simulacro ha participado personal de diferentes colectivos, tanto de Aena como de organismos externos. En cuanto a los medios internos, los principales efectivos participantes han sido la dirección del aeropuerto, el SEI, CEOPS, vigilantes de seguridad, técnicos de mantenimiento y torre de control --técnicos AFIS--.
Respecto a los externos, han intervenido Emergencias 112 Andalucía, el Servicio Provincial de Protección Civil, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Policía Local de Córdoba, bomberos del Ayuntamiento, el 061, Ambulancias Córdoba y figurantes de la Escuela de Arte Dramático de Córdoba.
Con este simulacro, el aeropuerto de Córdoba cumple con la normativa de la OACI (Organización de Aviación Civil Internacional) en materia de planificación de emergencias en aeropuertos, pero también atiende a la legislación que a ese respecto aplican las administraciones nacional, autonómica y local.