La Plataforma para la Protección de la Ribera del Guadiana Menor, que conforman activistas contra la ganadería industrial en el norte de la provincia de Granada, donde hay tres grandes explotaciones de porcino de las conocidas como macrogranjas, se ha manifestado a favor de que se haya abierto el debate sobre ellas, tras las declaraciones al respecto del ministro de Consumo, Alberto Garzón, toda vez que consideran que se trata de un "problema" estructural y social, que también afecta al empleo.
La existencia de estas explotaciones "toca todo" en tanto "contamina el suelo y el aire" a la par que afecta a la ganadería y la agricultura tradicionales, y al turismo basado en un desarrollo local sostenible, ha argumentado a Europa Press Eva Pérez, una de las coordinadoras de la plataforma, que, hace unos tres años, convocó una manifestación que convocó a unas 300 personas que cortaron la carretera A-315, en el municipio granadino de Cuevas del Campo, al grito de 'El negocio del marrano mata al altiplano', para rechazar un proyecto de la macrogranja porcina en Dehesas de Guadix, que fue paralizado.
En cuanto a las tres que funcionan desde hace años en el norte de la provincia, en concreto en términos municipales de Puebla de Don Fadrique, Castilléjar y Guadix (en el núcleo de Baúl), en la plataforma "siempre" ha "inquietado mucho" su gestión, al igual que las de otras más pequeñas, las denominadas integradas.
Esta plataforma, que está dentro de la coordinadora estatal Stop Ganadería Industrial, apunta a otra explotación en Puebla, de la que no le consta todavía la autorización ambiental integrada que han de obtener de la Junta estas explotaciones, si bien sí tendría "el visto bueno al proyecto de actuación" por parte del Ayuntamiento.
Según Pérez, el ministro de Consumo "no ha dicho nada que no se venga diciendo" desde hace años por parte de los colectivos, y "nada que no digan los ganaderos de extensivo", que se fueron concienciando de cuatro años a esta parte ante proyectos como el de Dehesas de Guadix, mientras que la lucha contra la contaminación de acuíferos viene de más atrás en comunidades como Aragón o Cataluña.
En la provincia de Granada, es en las comarcas de Baza y Huéscar, en la zona norte, donde más presencia hay de ganadería industrial, con grandes promotores detrás. Según consta en los datos de las autorizaciones ambientales integradas publicadas en su día por el BOJA, consultada por Europa Press, la de Puebla de Don Fadrique cuenta con una producción autorizada de 543.510 lechones de 20 kilogramos al año.
La fórmula es la de "una ganadería que se cría súper-estabulada y hacinada en ciclos de vida muy cortos", ha indicado Pérez, que ha resaltado los casi 1,2 millones de lechones que pueden producirse en total en la zona norte con estas explotaciones.
"LA MACROGRANJA MÁS CONTAMINANTE"
En Castilléjar, según los datos facilitados por la plataforma, está otra de estas explotaciones que en su autorización ambiental tiene estipulada una producción de hasta 651.000 lechones destetados al año. Fue considerada el pasado octubre por una investigación de Greenpeace España como "la macrogranja más contaminante de España", en referencia a sus "emisiones de metano y amoniaco".
En cuanto a la de Baúl, la plataforma ha explicado que la autorización se ha modificado en distintas ocasiones de 2005, con actualmente 18.000 plazas de cebo de cerdos de raza ibérica y sus cruces, con "2,5 ciclos como mínimo", lo que se traduciría en unos 45.000 cerdos de engorde al año.
Piden, en la línea de lo que piden organizaciones ecologistas como Greenpeace, que no se concedan más licencias de apertura de este tipo de instalaciones ni se amplíen las existentes por "sus graves impactos medioambientales y sociales", así como un control estricto de su actividad.
GESTIÓN DE PURINES
Aparte, hay otras explotaciones más pequeñas, para las que no se requiere de autorización ambiental integrada por la Junta, que "pasan más disimuladas" y han surgido como "setas" en los últimos años. Uno de los principales problemas de gestión para los ganaderos que se hacen cargo de estas instalaciones radica en la generación de "cantidades ingentes de purines", el líquido formado por las orinas de los animales y lo que rezuma del estiércol.
En la plataforma indican a este respecto que transportarlos también es "muy difícil" para un particular, que puede terminar optando por "echarlo al mismo sitio" reiteradamente "hasta que contamina la tierra y llega al acuífero".
APOYO A LOS MUNICIPIOS
El manual de apoyo a la gestión municipal de las explotaciones ganaderas intensivas de la provincia de Granada, documento realizado por Sostenia a finales de 2019 para la Diputación de Granada apunta a que, en el caso del sector porcino en las comarcas de Guadix, Baza y Huéscar, albergan alrededor del 75 por ciento de la producción en la provincia.
"Es curioso que coincide con las comarcas del Geoparque de Granada", ha advertido a este respecto Eva Pérez, que ha invitado a pensar en "cómo queremos desarrollar el territorio, porque a nosotros nos parece incompatibles los dos modelos".
Además, las explotaciones de las comarcas de Baza y Huéscar tienen una capacidad de producción de casi 100.000 cerdos de engorde al año, y unas 1,5 millones de plazas en avícola. "El verdadero problema es la cantidad tan exagerada más que el hecho que exista alguna explotación de este tipo", ha concluido.