La empresa Bahía de Plata Real Estate 2017 S. L. reconoce en la memoria firmada por Green Stone Renewable II S. L. que la construcción del parque eólico marino proyectado en la Bahía de Cádiz podría producir “perturbaciones en la vegetación autóctona”, lo que habría que detallar de manera exhaustiva en el estudio ambiental, y efectos sobre la fauna “no mayores en comparación con el tráfico marítimo normal en la zona”, no obstante. Asimismo, pese a aclarar que “no afectará a ningún espacio protegido de manera directa”, admite que, dada la cercanía de Zona de de Especial Protección para las Aves (ZEPA), habrá que analizar la afección a los vuelos diarios de especies de gran envergadura “susceptibles de colisionar contra los aerogeneradores o contra las infraestructuras eléctricas de evacuación”.
No son los únicos impactos apuntados. La firma da por hecho del aumento del nivel del ruido y la disminución de la calidad del aire durante las obras, así como en fase de explotación. Respecto al anclaje de las torres, de en torno a 140 metros, unos 200 con las palas, alterará la calidad de los suelos por el uso de “martillos, grandes barcos y grúas”. Asimismo, sería necesario arar el fondo del mar para instalar cables que pueden calentar el fondo durante la operación de la planta, con lo que habrá que medir los efectosen el estudio de compatibilidad ambiental.
Asimismo, al colocar los aerogeneradores, “los sedimentos pueden arremolinarse, lo que puede empeorar temporalmente la calidad del agua”. No obstante, niega que exista contaminación del mar. En cuanto al paisaje, la memoria admite “una paulatina pérdida en la calidad”, pero confía en la “considerable capacidad de absorción” del entorno.
La empresa destaca, por el contrario, los beneficios que ofrece el proyecto. En este sentido destaca que “el incremento de gente” en fase de explotación que acudirán al parque y los núcleos de población cercanos creará puestos de trabajo de personal de mantenimiento y señala que el área del parque es libre de captura de peces, lo que proporcionará una recuperación de las poblaciones y beneficiará a los pescadores. “La impresión” de los vecinos “irá disminuyendo de forma gradual”, pronostica.
