Segundo día de preliminares en el Gran Teatro de Huelva y la batalla de coplas en la modalidad de comparsas ya está expuesta en una bandeja de plata. El Gran Teatro vuelve a su merecido esplendor llenando casi todas las butacas del coliseo de las coplas, que ruge tras las diferentes actuaciones como si nada hubiese pasado y todo siguiera como hace dos años.
La jornada carnavalera sigue en la misma línea, manteniendo las exigencias pertinentes marcadas por las autoridades competente, y a un compás muy aceptable, algo que es de muy agradecer. Por buscar pegas, llámese críticas constructivas, sí destaco los largos espacios muertos entre las diferentes actuaciones que se están eternizando, algo que se debería de corregir para no alargar en exceso los horarios y evitar esos tiempos muertos que rompen el buen ritmo que está viviendo cada noche el teatro.
La agrupación responsable de abrir las bambalinas fue la comparsa de Huelva, ‘El mar de febrero’, con dirección de Alejandro Almanza y autoría de Jesuli Perojil, una simbiosis que comienza a macerarse en su segundo año, observándose los buenos frutos. Agrupación ya asentada con pretensiones claras y calidad suficiente para estar entre las grandes. Letras muy acordes al nivel que ya se requiere en este certamen, destacando los dos pasodobles que levantaron al público asistente, algo difícil en un día como el de ayer, por cierto, musicalmente de los más bonitos de su larga trayectoria. En la tanda de cuplés retoma su vena chirigotera y su autor saca a relucir su versión más canalla, arrancando en ambos temas las carcajadas del respetable. Popurrí para lucirse en un despliegue de cuartetas llenas de recuerdos de la historia de nuestro carnaval que su mar, el nuestro, nos iba trayendo. Repertorio muy particular y personalizado, con esencia localista en el que no faltó ‘un perojil’.
Turno para la modalidad de murgas o chirigotas, y en este caso nos trasladamos a Isla Cristina de la mano de Rafael Rodríguez Redondo ‘Fae’, autor muy reconocido que nos hizo pasar momentos muy simpáticos durante su actuación. ‘Las monjas 30 años de tradición’ es la agrupación que nos regala este año, con un repertorio dinámico, activo y lleno de entretenidas parodias que sorprendieron e incluso ruborizaron en más de una ocasión al público asistente. Destacar las tablas de esta chirigota, la capacidad de improvisación y los constantes cambios de ritmos que ofrecen. Estas monjas, un tanto picaronas, desarrollan su repertorio en torno a la creación de los típicos pasteles y dulces, que se prestan al doble sentido, a los que les sacan partido. Un primer pase más que aceptable con una bonita música de pasodobles y un estribillo que aún sigo tarareando. La volveremos a ver en semifinales.
Turno para la gran labor que se lleva realizando en Punta Umbría a través de su Escuela de Carnaval, comandada por el incansable Francisco Tinoco, que mostró de forma intrépida un repertorio muy acorde a estos tiempos. La defensa de los derechos de la mujer, la libertad, la equidad y la lucha marcaron todo el repertorio. Las guerrilleras de Punta Umbría, ‘Las intrépidas’, supieron mostrar las caras de una sociedad machista a través de un repertorio lleno de mensajes, donde la palabra, como así lo demostraron, es su mejor arma.
‘El priorato de Don Simón’ nos llegó desde Sanlúcar la Mayor (Sevilla) con referencia a Sión, conocida orden llena de mitos y conspiraciones eclesiásticas, distorsionando el sentido en ese juego de palabras que aprovechan durante su repertorio. Disfrutaron en el escenario manteniendo el tipo, a pesar del embriagador ‘Don Simón’.
El cierre de la noche lo llevó a cabo la comparsa de Punta Umbría ‘Los desataos’, que en la actualidad aún regenta ese primer premio conseguido con ‘Los Caracoles’. Agrupación de una magnifica afinación con una potente cuerda de segundas que impactó desde el primer momento. Comparsa muy trabajada en la que destaco la presentación y los pasodobles, en los que vuelven a mostrar su indudable calidad, marcando claramente el nivel que se precisa para estar entre las grandes. Gran ovación para un grupo que habla por sí solo, que sabe expresarse en el escenario y que maneja perfectamente todos los ingredientes.
Está claro, que este nuevo certamen promete consolidar el nivel de esta modalidad, siendo el inicio de una nueva y gratificante etapa para las comparsas. Feliz carnaval a todos.