El alcalde de Puente Genil, Esteban Morales, y el concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Gómez, se han mostrado comprensivos con las quejas y protestas de los vecinos de la zona centro de la localidad ante las molestias causadas por el impacto del botellón en el entorno de los establecimientos de hostelería cercanos y, tras la celebración de una reunión con los vecinos, han anunciado el compromiso del Ayuntamiento para reforzar las medidas de control en dicha zona, con una mayor presencia policial en aras de cumplir la normativa actualmente existente.
Durante el Pleno ordinario celebrado el pasado martes, y en respuesta a la intervención de Rocío García, vecina de la zona que registró un escrito acompañado de 723 firmas instando al Consistorio pontanés a dar una solución definitiva a este asunto, Morales aprovechó la ocasión para pedir disculpas a los residentes “por padecer estas situaciones que no las queremos nadie”. “Hemos recabado toda la información posible para determinar el alcance de la situación y qué ha hecho en referencia a ello la Policía Local”, dijo el regidor, quien mostró su deseo de que la situación se revise cada dos semanas, especialmente dada la llegada de la Cuaresma, para comprobar si se cumple con las ordenanzas y, en caso de que no sea así, le invitamos a que vuelva a presentar los escritos, agradeciéndole que “con su denuncia mejoramos la situación de nuestro pueblo”.
Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, José Antonio Gómez, indicó que se ha trabajado en dos áreas, tanto en Obras y Urbanismo, como en Seguridad Ciudadana, informando a los vecinos de la actividad de la Policía Local en el ámbito de la tramitación de sanciones. “Desde Jefatura detectamos que no sólo desde esta Navidad, sino desde antes, ha habido expedientes por los incumplimientos de horarios de cierre, exceso de aforo y venta de alcohol en la vía pública en esta zona, y también les trasladamos a los residentes que el Ayuntamiento no ha tenido personal para realizar dichos trámites y que no se han podido trasladar los expedientes como debieran, algo que ya está solucionado, por lo que ya se están pudiendo tramitar dichas sanciones”.
“El expediente relacionado con la marquesina que ha instalado uno de los establecimientos, está siendo sometido a un informe técnico y, a partir de ahí, habrá un informe jurídico a requerimiento de Policía Local, que podrá suponer su retirada, la adaptación a la normativa vigente, además de que se adopte la correspondiente sanción puesto que se ha instalado sin la preceptiva licencia de obras”, dijo el concejal, quien añadió que, desde enero, se ha vuelto a establecer para estos bares el número de veladores fijado con anterioridad a la pandemia.
Gómez también precisó que dentro del dispositivo especial establecido en el marco del “Plan Mananta” el compromiso es que, "además del refuerzo de patrullas por la noche en la calle Aguilar y el posterior desalojo de la Plaza del Calvario desde la una de la madrugada, esa patrulla se desplace posteriormente a la zona centro de la Matallana y al entorno de la calle Manuel Melgar para velar por el cumplimiento de todo lo relativo a aforos, horarios, y veladores en terrazas, y si hay incumplimientos se continuará con los informes y las sanciones". "Debemos hacer velar por no solo el derecho al ocio de personas, sino por el derecho al descanso de los vecinos”, subrayó.
Por último, el edil de Seguridad Ciudadana dijo que durante el primer Sábado de Cuaresma “no ha habido ningún conflicto en este entorno, y ahí es donde nos vamos a encontrar con los vecinos, porque, si hay incumplimientos, la Policía Local actuará en consecuencia, aunque eso sí, ante aglomeraciones excesivas no vamos a hacer una intervención para poner en riesgo a los agentes y a las personas que están allí". En esos casos se levantará acta y después se trasladará la sanción a los establecimientos, con multas con cuantías de entre 600 y 30.000 euros de máximo.
Por su parte, y ante esta situación, Rocío García, mostró su satisfacción ante la voluntad del alcalde de hacer imperar la legalidad vigente y restablecer la buena convivencia, destacando el hecho de que tras las conversaciones “se haya empezado a poner soluciones”. “En este tiempo ha habido peleas en la calle, impactando negativamente en el mobiliario urbano, maceteros, viviendas, insalubridad, hemos sido receptores de vómitos, orines, heces y basura, sin ningún tipo de pudor y, de hecho, muchos vecinos han tenido que tomar medicación, se han visto imposibilitados de acceder a sus domicilios, se han visto mermados en la actividad económica, y sus viviendas devaluadas, lo que ha repercutido también en el desprestigio de la imagen del municipio”, dijo esta vecina quien agradeció el compromiso del alcalde y del concejal de Seguridad, “que esperamos que se mantenga para que la calle sea espacio público y pueda ser espacio de libre circulación con pleno respeto a la dignidad y derechos de los demás”.