"Ha sido una terapia. Es la primera vez que tanto mi familia como yo hablamos de lo que le pasó a mi hijo Curro y a mí me ha servido mucho para liberarme también”, reconoce José Mercé en una charla coincidiendo con la publicación este viernes de El Oripandó (Universal Music).
“Es la primera vez que tanto mi familia como yo hablamos de lo que le pasó a mi hijo Curro y a mí me ha servido mucho para liberarme también. Ha sido una terapia”Cuenta que fue hace tres años cuando coincidió con Antonio Orozco en las grabaciones del programa de televisión de La Voz y allí le dijo un buen día: “Tengo algo dentro de mí que quiero hacer de mi vida y creo que la persona indicada eres tú”.
“Le escogí por su sensibilidad y por su forma de sentir al cantar, que es flamenca, aunque él haga pop. Porque sabía que si no era él, no habría quien lograra sacar de mí lo que quería”, justifica ante esta elección tan sorprendente que ha culminado con el primer trabajo como productor del artista catalán.
A él, que ha ejercido además como compositor del álbum, le contó toda su biografía, desde que Mercé (Jerez de la Frontera, 1955) empezó profesionalmente con 13 años, como sus diez años de trabajo en la compañía de Antonio Gades, además de su vida personal y familiar.
“Antonio lo ha hecho tan bien... Ese Jamás desaparece lo que nunca parte, dedicado a mi hijo Curro, no se puede decir más bonito. Cuando lo he cantado en directo, la gente ha salido llorando sin saber de qué iba”, destaca.
Confiesa que “fue muy fuerte” la primera vez que lo vio terminado. “Me costó mucho grabarlo y me cuesta mucho hacerlo en directo, pero es tan tan verdad lo que dice: El baile se termina y el dragón se lo llevó / y ahora arde”, insiste ante este corte que habla de la muerte de su hijo con solo 14 años por un mal congénito de corazón.
Al decimocuarto álbum de estudio de carrera lo ha llamado El Oripandó, que es como en calé se conoce el tránsito desde las tinieblas hasta el amanecer y la salida del sol, un proceso que también sigue el orden de su música.
Tomatito, con el que venía de grabar el previo De verdad (2018), vuelve a acompañar a su amigo en un disco que incluye otras colaboraciones de altura, como las de Dorantes, Pablo López, La Mala Rodríguez y el pianista internacional Lang Lang.
“Este chino sabe de todo. A él le mandamos todas las maquetas, escuchó los temas y dijo que quería intervenir en dos, pero Orozco le respondió que no, que dos no, que uno, como si Lang Lang fuese cualquiera”, rememora divertido.
El resultado es un sonido “vanguardista”, aunque “todos los temas tienen que ver con el flamenco y con sus ritmos, desde que empieza hasta que termina”, subraya, al exponer por ejemplo que el piano de Pablo López en el inicio del preludio partió como un taranto y una cartagenera al que se suman 70 músicos.
“No me gusta llamarlo disco. Sin que suene presuntuoso, prefiero hablar de obra. Le hemos dedicado tres años a trabajar codo con codo Antonio Orozco y yo y para mí es una autobiografía, además de ser lo más vanguardista y nuevo, algo a lo que se van a tener que acostumbrar”, destaca orgulloso y ajeno a las críticas de los ortodoxos.
Mercé, que en algunos conciertos estará acompañado por diferentes invitados sorpresa según la ciudad, tiene previsto actuar el próximo 26 de marzo en Flamenco en Teatro de Valladolid y el 25 de abril en Zaragoza en Flamenco.
Ya con su gira El Oripandó pasará por Roquetas de Mar (Almería) el 30 de abril, por el Teatro de la Maestranza de Sevilla el 13 de mayo, por el Palau de la Música Catalana de Barcelona el 1 de junio o por el Teatro Real de Madrid, dentro del Universal Music Festival, el 10 de julio.
El Oripandó
El nuevo disco de José Mercé, ‘El Oripandó’, ha salido a la venta este pasado fin de semana. El cantaor se ha inspirado en los momentos más difíciles de su vida para las composiciones, incluida la muerte de su primer hijo, Curro. En ‘Jamás desaparece lo que nunca parte’, un tema en el que han participado 70 músicos, el artista habla, “con una letra profunda y llena de sentido”, de la pérdida de su hijo cuando este tenía solo 14 años a consecuencia de un mal congénito de corazón. “Hemos de vivir momentos en la vida que se deben pasar para saber que la vida sigue, que hay que ser positivo. Siempre hay que pensar que quien se ha ido no se ha ido, está con nosotros. En este caso el olvido no existe, ni puede existir. Mi hijo Curro está presente en todo este trabajo y todo lo bueno que me pasa es por él”, dijo el artista en declaraciones recogidas por Universal Music.
Tras la muerte de su hijo, hace ya más de dos décadas, José Mercé se mantuvo un tiempo alejado de los escenarios, pero enseguida regresó y ahora está a punto de lanzar su vigésimo disco. El artista está casado con Mercedes y tiene otras dos hijas, Desirée y O’Hara. Además, lo que más feliz le hace en estos momentos es disfrutar de sus tres nietos, dos de ellos mellizos, Curro y Adonaya. “Son la felicidad más grande del mundo”, aseguró en ‘La Voz Senior’. “Cuando eres padre no lo vives de la misma forma que cuando eres abuelo, quizás porque eres más joven. Ser abuelo es algo que no se puede explicar”, confesó muy emocionado.
José Mercé conoció a Mercedes en el año 1969, cuando él tenía 13 años, y según contó en el programa de Dani Rovira, de Televisión Española, sintió un flechazo muy grande “y a partir de ahí ya empezamos, hasta el día de hoy”. Se casaron en 1974, con 19 años, y el de Jerez siempre dice, entre risas, que nació “casado” porque no tiene “recuerdos anteriores”. En una entrevista concedida a ‘El Periódico’ confesó que un golpe así nunca se supera, por eso en su casa no se celebra ni la Navidad ni las bodas. “Yo estuve en la boda del Rey, porque no tuve más remedio que asistir, pero no voy a las bodas de mi familia siquiera”, declaró. “Se sobrelleva como un autómata. Tú vas viviendo. Tenía dos hijas más y las tuve que mantener, y no sabía más que cantar. Y ya está. Y tienes que seguir viviendo la vida. Pero tu filosofía ya es otra. Ya no te enfadas por cualquier cosa”, reflexionó, asegurando que no hacía planes a largo plazo y que intentaba vivir el día a día lo mejor posible.
El cantaor jerezano vuelve al Teatro Real
Para reducir el dolor físico o la ansiedad y el estrés que generan las hospitalizaciones, así como humanizar la experiencia sanitaria e incluso facilitar un final de vida más tranquilo, el colectivo Músicos por la Salud lleva la música a 44 hospitales de la geografía española desde hace seis años.
A falta “de alguna sorpresa más” que se conocerá próximamente, los conciertos de José Mercé, Luz Casal y Hombres G son las grandes novedades que cierran el cartel del sexto Universal Music Festival (UMF), el cual amplía una oferta ya bien nutrida de partida con nombres como los de Iggy Pop.
En una rueda de prensa celebrada este jueves en su sede habitual, el Teatro Real de Madrid, los responsables de esta cita que llevaba dos años de vacío a causa de la pandemia han presentado una oferta que vuelve a apostar “por la excelencia y la cultura, con un rango de artistas muy representativos de su género y que además son leyendas”.
El artista que abrió el Real al flamenco, José Mercé, volverá a este teatro el 10 de julio para presentar el disco que ha publicado este fin de semana, El Oripandó, una arriesgada obra de fuerte componente autobiográfico en el que aborda cuestiones como la muerte de su hijo y a la que ha dedicado tres años de trabajo junto a Antonio Orozco.
Como ya se había anunciado previamente, la música arrancará el 1 de mayo con Manuel Carrasco, que como parte de su gira La cruz del mapa por grandes estadios presentará en directo sus éxitos aquí “en la distancia corta” y con una producción renovada bajo el nombre de Hay que vivir el momento.
Luz Casal recuperará el 20 de junio el concierto “excepcional” ofrecido el pasado verano en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, dentro de los actos del Xacobeo 21-22. Como entonces, actuará junto a la Real Filharmonica de Galicia, con los arreglos sinfónicos especiales a su repertorio.
“Fue un concierto único. El equipo decimos que fue la gira más corta de mi vida porque acabó en dos horas”, recordó la artista, presente en la rueda de prensa.
Por su carácter, con “emoción, con sus fallos y aciertos, con espontaneidad”, decidió utilizar la grabación realizada y, según ha anunciado, se convertirá en el primer disco en directo de su carrera, también el primero junto al sello Virgin.
Tomarán el relevo la artista francesa Zaz el 24 de julio para presentar su nuevo disco, Isa, así como el recital con piezas orquestales de Tchaikovski y Verdi a cargo de las estrellas de la lírica Anna Netrebko y Yusif Eyvazov el día 25. Según se aseguró, este evento con la soprano rusa se mantiene pese a que esta misma semana anunció la cancelación de todos sus compromisos de los próximos meses por la polémica generada por su postura tibia frente a la invasión de Ucrania por parte de su país.
La leyenda del rock Iggy Pop recalará en el Real por primera vez un día después, el 26, y le tomará el relevo el 27 en versión semiescenificada Hadrian, segunda incursión de Rufus Wainwright en la ópera. “Esto es un salto al vacío, muy arriesgado, con una ópera maravillosa”, destacó Mari Cruz Laguna, directora del UMF.
Otro regreso al coliseo madrileño estará protagonizado por Pablo López, recién premiado con un Ondas, que el 28 de julio ofrecerá su único concierto de 2022 en un formato “íntimo” a piano y voz. Un día después llegará el turno de Hombres G, que presentarán su último disco, La esquina de Rowland.
El gran cierre, el 30 de julio, lo pondrá un homenaje “único e irrepetible” a Paco de Lucía titulado Infinito y que contará con John McLaughlin y Al Di Meola (junto a los que en 1981 grabó el emblemático disco en vivo The Guitar Trio), Sara Baras, Miguel Poveda, Niña Pastori y Farruquito, entre otros.