Ya hay acuerdo dentro del Botànic. Tras superar las reticencias del PSPV, el tripartito ha pactado los detalles de la propuesta de tasa turística que tienen previsto presentar en les Corts la próxima semana, una medida que cuenta con el total rechazo del sector turístico y de los grupos de la oposición.
La norma, como ya se sabía, será municipal y voluntaria y excluirá del pago a menores, viajes de salud o al Imserso. El importe a pagar oscilará entre los 0,5 euros en campings u hostales a los 2 euros por noche que se abonará en hoteles de 4 o 5 Estrellas.
Lo que PSPV, Compromís y Podemos han pactado son tres novedades. Los consistorios tendrán la potestad de decidir cuándo se aplica, es decir, si se pagará en temporada baja, alta o en ambas, y que porcentaje habrá que pagar en cada una de ellas.
Serán también los ayuntamientos los que decidan a que destinarán la aportación, dentro de un listado entre los que se encuentran la limpieza, la conservación de recursos naturales o el patrimonio.
La tercera novedad está en el inicio de su aplicación, que se retrasaría hasta 2024 e incluso 2025, justo después de las elecciones municipales de 2023, dicen que para permitir la recuperación de un sector hoy en día muy castigado por las sucesivas crisis.
La tasa turística ha tenido un amplio rechazo desde que se planteó su implantación. Todos los grupos de la oposición, pero especialmente el Partido Popular, han manifestado su disconformidad, incluso ayuntamientos y diputaciones provinciales encabezadas por socialistas se han opuesto abiertamente a su aprobación. Pero donde más han arreciado las críticas es en el sector turístico, que dice que este impuesto vendrá a complicar aún más su situación ya bastante precaria a causa de la pandemia y, ahora, de las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania.
