La salida en procesión de Nuestro Padre Jesús de la Piedad en su Sagrada Presentación al Pueblo y María Santísima de la Estrella desde la Iglesia Conventual de la Purísima Concepción ha llenado la tarde del Domingo de Ramos de emociones, que efervescieron en el sentir de un barrio, el de La Alcantarilla, entregado a su Señor y a su Virgen, después de dos años de larga espera. La luz de un histórico y soleado 10 de abril ha hecho brillar la procesión, desde que la Cruz de Guía avanzó sus primeros pasos hasta el último ritmo de los músicos que marcaron el son de unos costaleros entregados a María Santísima de la Estrella.
El color lo pusieron los fieles que hicieron brotar pétalos de flores sobre las imágenes, vistiendo de rosa, blanco, rojo y naranja el camino por el que procesionaban, como gesto de elogio. La plaza de la Purísima Concepción se convirtió en un hervidero de sensaciones cofrades. Los jiennenses esperaron con respeto a las imágenes titulares. En silencio, escucharon los cantos en el interior del convento, seguido de la primera ‘levantá’, recibida entre aplausos.
Al Señor de la Piedad le aguardan los adoquines de sus calles dominicas y sus devotos anhelan el paso de sus pies de madera. Como novedad, los costaleros del Misterio estrenaron la parihuela, más cómoda para una procesión de penitencia que siguió su itinerario hacia la calle homónima al Cristo, para seguir realizando una manifestación pública de fe marcada por la belleza de la procesión.
El Cristo lució una túnica nueva, en tisú de plata con bordados en oro, que acaparó la mirada de quienes esperaban su paso. La Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad desfiló devolviendo a los oídos marchas procesionales y luciendo un nuevo uniforme de gala, inspirado en el uniforme oficial utilizado por la Real Maestranza de Caballería de Valencia a partir del año 1900.
A María Santísima de la Estrella la acompañó en su salida el obispo, Sebastián Chico, que rezó por la paz en el mundo, dedicando palabras de esperanza respecto al conflicto bélico en Ucrania. El barrio se llenó de fieles y sus balcones de reposteros de la Hermandad ‘Piedad y Estrella’ que embellecieron los callejones. El fervor se hizo sentir a cada paso.
Después de tres horas de recorrido, inició su itinerario oficial desde Roldán y Marín. La tercera en pedir la venia, tras subir Bernabé Soriano, tomó Ramón y Cajal para buscar Almenas, de vuelta a su barrio en un 10 de abril de presentación a Jaén, de nuevo.
