La postura del Gobierno respecto al futuro de Doñana se mantiene: “No cabe ni una hectárea más de regadío”. De hecho, “no hay más agua, ni la va a haber”. Así de contundente se ha mostrado la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, durante su primera visita a Sevilla desde que se abriera el debate en Andalucía sobre la conservación y protección del parque natural en el Parlamento.
“Hay amenazas que estamos intentando reducir desde hace mucho tiempo”, ha manifestado Ribera, quien se opone a la proposición de ley para regularizar una serie de terrenos a kilómetros de Doñana y que ahora se ha quedado en ‘stand by’ por el adelanto electoral.
La vicepresidenta del Gobierno ha indicado que su Ministerio pretende sustituir el uso legal de los acuíferos por un “plan de regeneración”, con el objetivo de velar por que la progresiva sustitución del agua que se emplea hoy por ese agua alternativo se produzca dentro de plazos”.
Por su parte, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, que ha acompañado a Teresa Ribera, ha señalado que la planificación recoge “más de 166 millones de euros en Doñana para su recuperación ambiental”, al tiempo que ha invitado “a leer lo que dice la ley del trasvase -Tinto-Odiel-Piedras-, que esos 20 hectómetros cúbicos están destinados a sustituir aguas subterráneas con concesión por aguas superficiales”.
Plan Hidrológico 2022-27
También, la vicepresidenta del Gobierno ha aprovechado su visita este jueves a Sevilla para presentar el Plan Hidrológico del Guadalquivir para el periodo 2022-2027, que pretende ser una “herramienta central” para acometer la gestión del agua en los próximos años y las decisiones en torno a la inversión”.
Dicho plan incorpora “escenarios extremos” sometidos al cambio climático que afecta especialmente al “sur del sur” de Europa. “Creemos que es la mejor manera de dar respuesta al desafío que tenemos por delante”, ha destacado, para añadir que “otro horizonte es que podemos disminuir la disponibilidad del agua dulce hasta un 24% en 2050 con respecto al agua disponible a principios de siglo”
Por su parte, el presidente de la CHG ha subrayado que este plan “responde a un profundo conocimiento de las necesidades de lo usuarios y de todos los agentes que intervienen de una u otra manera en el recurso de agua” y que es el resultado de “tres años escuchando”.