La Policía ha impuesto un toque de queda de 24 horas para rebajar la tensión entre bandas musulmanas y cristianas con el fin de impedir que se repitan los enfrentamientos de noviembre de 2008, cuando cientos de habitantes murieron en la peor violencia sectaria en el país en años.
La violencia se inició en el barrio de Nasarawa Gwon de Jos y se extendió rápidamente a otras zonas de la ciudad, donde se produjeron incendios y asaltos a locales comerciales, según los medios, que señalaron que un número indeterminado de heridos tuvieron que ser trasladados a los hospitales locales.
“Por el momento, los militares se han trasladado, en concertación con la Policía, para normalizar la situación”, explicó el consejero de seguridad nacional, Saraki Murtar. El vicepresidente también ha ordenado a los principales responsables de la seguridad del país que viajen a Jos para evaluar la situación.
No está claro si el presidente, Umaru Yar’Adua, quien se encuentra hospitalizado en Arabia Saudí, ha sido informado de estos altercados.
La orden del despliegue del Ejército de Jonathan constituye la primera vez que éste ha utilizado su poder ejecutivo desde que el presidente abandonó el país para recibir tratamiento hace dos meses.
Jonathan ha estado presidiendo las reuniones del gabinete y representando al presidente en actos oficiales, pero Yar’Adua no le ha transferido oficialmente el poder.
Un tribunal federal dictaminó el miércoles pasado que Jonathan puede desempeñar todas las labores ejecutivas sin que haya un traspaso oficial del poder.