Tras tres años como componente de la comparsa de Subiela, Jona retomó su propia agrupación y llegó a la final. Este año, el grupo espera confirmar que no fue casualidad.
¿Ha sido larga la espera?
–Sí porque contábamos con hacer la comparsa en febrero, pero llegó la modificación de fecha y nos quedamos con las ganas y con parte del repertorio ya creado.
¿Cuántas ideas se te han ocurrido durante ese tiempo?
–Tuve un par de ideas, la que finalmente llevamos al concurso y una anterior que anunciamos al poco tiempo de acabar con Los aislados, que era Los peliculeros, una idea que se queda guardada en el cajón y posiblemente llevemos otro año.
¿Febrero o mayo? ¿Qué diferencia hay entre preparar una agrupación en un mes u otro?
–Febrero, la fecha natural y a la que estamos acostumbrados. Llevo 22 o 23 años con ese ciclo de empezar en septiembre y vivir las Navidades con el repertorio casi a punto de caramelo. Es una forma de vida y estábamos adaptados a ella, ha sido muy complejo.
¿Qué esperas del COAC 2022?
–Me gusta más llamarlo Falla. Espero revalidar las buenas sensaciones y aceptación que tuvo Los aislados y que el concurso depare lo que Dios quiera, pero sobre todo tener el beneplácito del aficionado.
¿Algo a mejorar para 2023?
–No soy de los que piensa que hay que cambiar muchas cosas del concurso, pero me gusta que puntúen las preliminares. Que vuelvan las cuatro fases porque jugarte una final con solo dos pases o cuatro letras de pasodoble me parece un recorrido muy corto y más si se llevan letras de presentación. Al final te quedan tres balas y para los que tenemos que llevar materia para poder pelear con los autores consagrados se nos hace muy corto. Entiendo que es una causa extraordinaria, pero que no se nos ocurra que este recorte continúe.
Tras años de componente volviste con tu grupo y llegaste a la final ¿Qué diferencia hay de llegar con un grupo consagrado a hacerlo con tus amigos?
–Lo vivido el año pasado con mi comparsa no es comparable con las vivencias o las otras finales disfrutadas con el grupo de Ángel (Subiela). Hacerlo con la gente que te has criado y que ha confiado en ti desde niños, creciendo juntos en un local de ensayo es algo super gratificante y creo que no va a ser comparable con ninguna otra experiencia venidera. No creo que ni un primer premio pueda compararse con la magia que hemos vivido y lo que ha supuesto volver después de tantos años con ese grupo que empezamos siendo niños.
¿Se tiene más presión después de llegar a la final?
–No la he sentido a la hora de hacer el repertorio porque lo hice con la misma naturalidad que con Los aislados. Ha sido recibido por los componentes de la misma manera o incluso con más satisfacción, no me han echado cosas para atrás, ha sido un año rodado. Hace poco tuvimos algún ensayo familiar y la aceptación ha sido buena. Vamos contentos al concurso.
Ahora que eres padre, ¿se vive diferente el carnaval?
–La dificultad para ensayar es extrema y más contando con que la madre también sale en carnaval además de trabajar de tarde. Tengo que hacerme cargo de mi hija y mi madre me ayuda para poder escaparme un rato a los ensayos. Sólo ensayamos tres días por semana porque otros componentes también deben ajustar trabajo y familia.
¿Qué esperas de Los originales?
–Que tenga una buena aceptación, a nivel de Los aislados, y que vivamos un concurso y unos carnavales tan bonitos como vivimos aquel año
