Confiesa que lleva mucho tiempo esperando este momento, concretamente 36 años. Y es que aunque ha pasado largas temporadas en El Puerto,ciudad en la que puede respirar, según dice,
"tranquilidad", lo cierto es que nunca ha puesto un pie en la Feria del Fino Vino. Algo que cambiará el próximo lunes, a las 21.30 horas, cuando pregone en la caseta del Helo- Libo la fiesta por excelencia de la primavera.
¿Tiene un gran vínculo con esta ciudad ?
–Es una vinculación podría decirse que histórica porque mi primer trabajo serio y remunerado en la radio fue muy cerquita de vuestro estudio.. . Empecé en Radio Cádiz y fue casi un milagro que con 21 años me pagaran por trabajar.
Ha pasado tiempo desde entonces...
– Pues sí. Ha pasado tiempo desde entonces. Pero el hecho de que podamos seguir trabajando en lo que nos gusta pasado el tiempo es un premio.
Usted está en el equipo de Carlos Herrera al que sabemos que le gusta mucho la feria. De hecho, se ha dejado ver en varias ocasiones en la de El Puerto. ¿ Sabe si le acompañará?
- A él le gusta las ferias pero nunca ha visitado ninguna, tiene alergia al albero. Las fotos en las que aparece suelen ser montajes, simuladores o por lo menos eso es lo
que dice (risas). Puede que pase lo mismo en la de El Puerto.
¿Qué supone para usted hacer este pregón?
– La culminación de un deseo que llevo acariciando 36 años. Y no es broma. Por distintas circunstancias a lo largo de estas
décadas nunca he podido asistir. Tengo muy buenos amigos y esa insistencia porque viniese siempre se veía frustrada siempre por algo. Nunca era el momento. Han tenido que venir mis amigos del Huerto para llevarme, con esta invitación de pregonero, y aparcar todas esas posibles excusas que podía tener.
¿Cómo te lo propone la Hermandad?
–La Hermandad me lo propone a través de un amigo Antonio Fariñas, más conocido como “Antoñín”, embajador de El Puerto allá por dónde va, y con el deseo de que
quién estuviese al frente de esta feria, después de dos años en blanco forzados, fuese alguien que desbordara alegría, como la propia feria, ganas de vivir. Algo que me ha definido desde mis inicios profesionalmente.
Sin hacer mucho spoiler, ¿podemos asegurar entonces que harás uso del sentido del humor?
-Sí. Se trata de hacer un canto a la vida y a las ganas de vivir, o eso me propongo, mezclando mi experiencia y mis recuerdos. Sin ganas de aburrir a nadie. Sin tirar
de refritos o internet porque no quiero ser más listo que nadie.
¿Qué es lo que más te atrae de esta ciudad?
-A parte del aire que se respira y de la comarca y alrededores. Sin duda, la gente. Es una ciudad por la que se respira libertad y tranquilidad, abierta como su propia feria.
Hay un señorío que me ha enamorado y como buen cocinero que soy, de andar por casa (risas), pierdo la cabeza por sus productos y por sus bares. En definitiva, lo que me ha enamorado de El Puerto es que me transmite paz.
