La película Liverpool, una historia triste en los confines australes del mundo, del director argentino Lisandro Alonso, ha sido elegida como el mejor largometraje del Festival Internacional de Gijón por el jurado, que ha valorado la “valentía del autor para hacer un cine de riesgo”.
El filme, rodado en Ushuaia, narra el regreso de un viejo marinero a su pueblo natal y a su pasado en una breve escala hacia un nuevo viaje vital, en el marco de una historia simple, oscura y fría y triste como el paisaje invernal de La Patagonia.
El jurado, formado por Julia Loktyevm, Alex Brendemühl, Sergio Wolf, Hannes Stöhr y Malena Alterio, ha admitido en la rueda de prensa en la que dio a conocer el palmarés del certamen que la película de Alonso “es una apuesta por el cine radical y de riesgo que encuentra poco espacio en los circuitos comerciales”.
Otro largometraje argentino, Una semana solos, de Celina Murga, que profundiza en las relaciones adolescentes en la seguridad de una urbanización protegida de la violencia y de la pobreza, ha obtenido el Premio de la Crítica que concede la Fipresci.
El cine argentino ha tenido este año la mayor representación de la historia del Festival y esto ha sido el resultado del “buen año” cinematográfico en ese país, aunque el futuro “es un signo de interrogación”, según ha dicho el cineasta Sergio Wolf, que actuó como portavoz del jurado.
El realizador kazajo Sergey Dvortsevoy ha sido el ganador del premio al mejor director por Tulpan, que cuenta las dificultades de un joven pastor para encontrar esposa en el Este de Kazajistán, en un tono de fina ironía que por momentos roza la comedia.
Michael Smith y Jim Miron Rost han compartido el premio al Mejor Actor por el trabajo que han realizado en el filme Ballast, del estadounidense Lance Hammer, que profundiza en el drama de un adolescente que no logra superar el suicidio de su padre y está obligado a entenderse con su tío.
La interpretación de Tarra Riggs, en el papel de la madre que intenta por todos los medios encauzar la vida de su hijo, ha sido valorada por el jurado que le ha dado el premio a la Mejor Actriz.
La directora francesa Sylvie Verheyde obtuvo el premio al mejor guión por Stella, una película que denuncia la opresión del sistema educativo galo en la década de los años setenta, y en la que intervino en un papel secundario el actor Guillaume Depardieu, fallecido el pasado mes de octubre.
El premio a la Mejor Dirección Artística fue para Yoni Goodman por la coproducción de Israel, Francia y Alemania del director israelí Ari Folman.