El equipo de Gobierno de Arcos ha dado por iniciadas las reuniones preparatorias para el nuevo Presupuesto General, el primero en siete años de un gobierno socialista que se ha visto muy limitado para sacar adelante el documento por los casi endémicos problemas económicos del Ayuntamiento que poco a poco parecen ir solventándose.
De hecho, la reducción de la deuda pública, en particular con Hacienda y Seguridad Social, pone en el camino al ejecutivo del diseño de los Presupuestos Generales, cuya cuantía rozará los 30 millones de euros para gastos e inversiones.
La política económica desarrollada por la Delegación municipal de Hacienda ha podido ser clave para sacar adelante el documento, el cual será “realista”, en palabras del propio alcalde, Isidoro Gambín. Con ello -explica-, el documento contemplará un horizonte corto, pues se aplicaría hasta diciembre próximo como marca la Ley. A partir de ahí el ejecutivo tendría que ponerse manos a la obra con otro presupuesto. Pero, por lo pronto y a falta de cerrar los detalles, el Gobierno municipal avanza que el documento económico será sensible con la falta de vivienda social en el municipio, con la terminación de la piscina cubierta, con las inversiones que necesita la red de agua y, en suma, con la atención social que requiere la población. “Tenemos que marcarnos objetivos hasta el 31 de diciembre. Debe ser así para no perder inversiones. Será un presupuesto realista y fácil de ejecutar”, estima el alcalde, comprometido con informar a la opinión pública de cómo marcha el proceso de elaboración de los Presupuestos Generales.
“Ahora está todo muy claro. Es el momento de iniciar el procedimiento de aprobar los presupuestos”, justificaba el alcalde, quien anuncia una primera reunión del grupo de Gobierno para que, en breve, se convoque también la prima comisión especial de Cuentas -la Ley estable dos antes de la aprobación del documento-. También avanza que contará con la opinión de la oposición.
