La huelga de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCP) españoles de Ryanair ha provocado a primera hora de este jueves retrasos en la llegada de dos vuelos al aeropuerto de San Pablo en Sevilla, según han informado los sindicatos.
Gran parte del problema es la ausencia de acción por parte del Ministerio de Trabajo y de Transportes y su indiferencia que solo beneficia a la empresaA nivel nacional se han registrado una cancelación y 31 vuelos retrasados. La cancelación se ha producido en un vuelo que se dirigía desde Londres hasta Valencia. En lo que se refiere a los retrasos, a primera hora la huelga ha provocado un total de 31 demoras de operaciones (8 salidas y 23 llegadas).
La mayor afectación está en estos momentos en el aeropuerto de Barcelona con 9 retrasos en total y Palma de Mallorca con 7 vuelos demorados en total. Los aeropuertos de Valencia y Alicante registran cuatro retrasos en llegadas cada uno de ellos mientras que Ibiza registra dos retrasos en llegadas y dos en salidas, cuatro en total. En el caso de Madrid se produce un retraso en llegadas y en caso de Sevilla dos retrasos también en llegadas.
Los TCPs de la aerolínea de bajo coste irlandesa están convocados a nuevas jornadas de huelga esta semana, en concreto desde el lunes y hasta el jueves.
Los paros en Ryanair, convocados por los sindicatos USO y Sitcpla en sus bases españolas, continuarán durante lo que queda de julio, con otra tanda de cuatro días entre el 25 y el 28.
Los convocantes reclaman a la aerolínea retomar la negociación de un convenio colectivo "que recoja unas condiciones laborales dignas y bajo la legislación española para sus trabajadores".
Los sindicatos piden la intervención del Gobierno
Desde que se iniciara la primera convocatoria de huelga en el mes de junio, son ya 285 los vuelos cancelados; 2.384 retrasos; más de 50.000 pasajeros afectados; 8 trabajadores despedidos y más de 70 procesos disciplinarios abiertos contra los trabajadores.
Tanto USO como SITCPLA consideran que la intervención del Gobierno se hace "imprescindible" para resolver el conflicto y para obligar a Ryanair a cumplir con la ley.
En su opinión "gran parte del problema es la ausencia de acción por parte del Ministerio de Trabajo y de Transportes, su indiferencia, que solo beneficia a una empresa que basa su negocio en la vulneración de derechos, tanto de sus trabajadores como de sus pasajeros".
"Solo reclamamos el cumplimiento de la legislación laboral y que la empresa vuelva a sentarse con nosotros para cerrar un convenio colectivo para los TCPs. No pedimos subidas de salario del 167% como argumenta Ryanair, sino actualizaciones salariales que van desde el 8% para las categorías superiores hasta el 16%, para aquellos trabajadores que ni siquiera llegan al SMI", defienden los sindicatos.
Para conseguir esa actuación por parte del Gobierno se han dirigido peticiones a los ministerios de Trabajo y Economía Social y de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, así como al Defensor del Pueblo.