Con unas previsiones de relativa normalidad, y mucho más optimistas que las de estos dos últimos años, aunque con desconfianza ante el incierto futuro económico que nos espera en los próximos meses. Ese es el panorama que se dibuja en el sector turístico ante la llegada del mes de agosto, el vacacional por excelencia y donde muchos hacen planes de viaje para tratar de desconectar un poco de una rutina laboral que ha sido tremendamente dura en estos meses marcados por las consecuencias de una pandemia que no se acaba de marchar del todo, y la inquietud por el aumento de la inflación, traducida en una notable subida de los precios..
A diferencia de lo ocurrido en el verano de 2021, donde muchos optaron por ir poco a poco ampliando sus movimientos tras la pandemia, regresando a las zonas turísticas más concurridas, este año parece hay predisposición a moverse y a viajar, aunque mirando mucho el bolsillo. Ese es el denominador común que se ve en las operaciones que registran las agencias de viajes, y es que pese a que hay muchas ganas de viajar, la cabeza echa el freno al corazón teniendo en cuenta que el panorama que dibuja en el horizonte es incierto.
Mayoritariamente el destino preferido por los pontanenses será el nacional. El turismo rural consolida sus buenas cifras de los últimos años y también se han reactivado los alquileres de apartamentos turísticos en la costa. A todo ello se unen ofertas ya clásicas como el camping, los circuitos turísticos o las salidas en autocar a la playa, apuesta segura con muchísimos adeptos.
También se aprecia una cierta recuperación de los viajes nacionales y al extranjero, damnificados estos últimos en 2020 y 2021 por la cambiante situación sanitaria que se vivía en muchos países, la necesidad de realizar test para entrar en los mismos, o la imposición de cuarentenas. Parece que el turista ya ha perdido el miedo, y más allá de la visita a regiones del Norte de España o a Portugal, que pasa por ser el principal receptor de turismo nacional en estas fechas, las escapadas a otros países ya están siendo mucho más frecuentes, aunque eso sí, con Europa como destino preferente.
Una vez más, prácticamente ocho de cada diez personas que buscan pasar unos días de descanso, recurren a la Costa del Sol, el destino más cercano a nuestra localidad y al que el público pontanés siempre es fiel, aunque muchos se lo están pensando todavía y están aguardando hasta última hora para hacer sus reservas. Localidades como Fuengirola, Torremolinos, Rincón de la Victoria o Torre del Mar, siguen teniendo mucho público pontanés en sus playas, si bien a esa terna también se le unen otras como Manilva, Nerja o Torrox.
Del mismo modo, de un tiempo a esta parte también ganan adeptos los que deciden pasar unos días en el litoral gaditano y onubense. De hecho, las localidades de Conil, Tarifa, Chiclana o Rota, reciben buena parte de los turistas locales, mientras que en la provincia de Huelva, al tradicional entorno de Matalascañas y El Rocío cada vez se le unen más viajes de pontanenses a otras zonas como El Portil o Isla Antilla.
Tampoco se quedan atrás las reservas hacia el litoral costero oriental de Andalucía, y en este caso, zonas como la de la costa de Granada (Almuñécar, La Herradura y Salobreña) y la de Almería (Roquetas, Cabo de Gata, Vera y Mojácar), suelen recibir a familias pontanesas que, en este caso, tratan de buscar una mayor tranquilidad y sosiego.
No obstante, parece claro que la tradicional semana de vacaciones coincidente con la Feria Real, será el epicentro de los desplazamientos vacacionales que realicen los pontanenses, habitualmente proclives a tomarse sus descanso estivales en la segunda quincena de agosto.
Por otra parte, también sigue siendo bastante reseñable el volumen de ocupación del turismo de interior o naturaleza, que continúa en auge. La Sierra de Cazorla pasa por ser uno de los destinos preferidos de los pontanenses para disfrutar de esta alternativa, aunque ya el año pasado aumentaron los desplazamientos a otras zonas de Andalucía como la Alpujarra, la Serranía de Ronda o la sierra de Huelva, destinos que se complementan con la posibilidad de escapadas a la playa en un día.
Sin embargo, lo que no pasa de moda es el hábito de recurrir a la segunda residencia en forma de chalet o casa de campo en el entorno de Puente Genil para pasar los meses de verano. Esas viviendas ubicadas en Los Arenales, la Cañada de la Plata, la Ribera Baja, La Mina, o zonas diseminadas en el entorno de la carretera de Aguilar de la Frontera, constituyen el lugar de descanso idóneo de quienes quieren alejarse del bullicio del pueblo pero sin apartarse demasiado de mismo. Y es que en verano, cada uno intenta montárselo como puede y de la mejor manera que puede, con tal de evadirse de la rutina, y desconectar en la medida de lo posible.