No había dudas. Huelva tenía marcados en rojo en el calendario estos días de septiembre como citas ineludibles. Tocaba reencontrarse con la Patrona después de una separación obligada por la pandemia y la respuesta de los onubenses ha sido rotunda.
El abrazo de Huelva con su Patrona ha sido especialmente intenso, como no podía ser de otra manera, en todos y cada uno de los actos religiosos organizados por la Hermandad de Nuestra Señora de la Cinta. Desde que bajó del Conquero, la Virgen Chiquita no ha dejado de recibir muestras de afecto, que tuvieron su colofón durante la procesión solemne del miércoles y el regreso a su Santuario este jueves, día de su festividad.
Han sido días de tradición pero también de cambios y nuevas apuestas, como la celebración de la ofrenda floral en el Santuario, con la Virgen del Muro como protagonista, en lugar de en La Merced.
La Orden y La Merced han compartido también la atención en el terreno cultural, donde el Ayuntamiento de Huelva ha desplegado una variada programación musical con conciertos como los de Paco Candela y Dvicio, con Juan Perro como colofón. La recuperación del espectáculo ‘Huelva a caballo’, tras más de una década de ausencia, ha contribuido también a la plenitud de estas primeras fiestas patronales tras la pandemia.
La jornada de este 8 de septiembre, día en que la Iglesia conmemora el nacimiento de la Virgen María, ha puesto el broche a una celebración histórica, en la que se han vivido momentos tan especiales como el paso de la Virgen Chiquita por la Iglesia de la Concepción, en cuya puerta la esperaba Nuestra Señora de la Amargura, que será coronada el próximo mes de junio con la Patrona como madrina.
Este jueves, aún con la procesión del centro en la retina, comenzaron temprano los actos religiosos, con la tradicional misa votiva de Guadalupe en el Santuario.
La Catedral de La Merced acogió a mediodía la solemne función principal. Durante su homilía, el obispo de Huelva, Santiago Gómez, reclamó la “ayuda” de la Virgen de la Cinta para una sociedad en la que “crece la desconfianza y el enfrentamiento”. El obispo pidió a la Patrona que rodee con su lazo a los onubenses y les ayude a “generar espacios para la acogida, particularmente de los pobres y los marginados”, así como a desarrollar entre todos “la imprescindible amistad social, que organiza la convivencia ciudadana”.
Precisamente, estos días han sido muestra de cordialidad entre hermandades y cofradías, que se han volcado en todos los actos organizados. Además, la Hermandad de la Cinta está intensificando su acercamiento con sus filiales, presentes en Madrid, Sevilla y La Laguna, a quienes ha dedicado un afectuoso saludo en este día.
El regreso de la Virgen Chiquita al Conquero deja, como siempre, una marea de devoción ascendiendo hasta su Santuario, donde la Patrona entra, por primera vez, por el nuevo Paseo de la Procesión de los Marineros, firmando una nueva página en la historia de los recuerdos cinteros.