La actuación ambiental, conocida con el nombre ‘De setos y sotos’, no es nueva, aunque para esta edición ha despertado la atención de un gran número de profesionales del campo y ganaderos, interesados en convertir sus fincas y explotaciones en refugios para determinadas especies silvestres, además de evitar problemas ambientales de sobra conocidos como la erosión o la acumulación en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2).
“Además, la entrada de mi finca de olivos va a quedarme bien vistosa con los tres lotes de palmitos que me han entregado. Mi parcela, aunque es una zona de trabajo, también puede lucir bonita con estos arbolitos”, continuaba Pedro López, otro agricultor que esta semana asistió a la entrega formal de plantones que realizó la delegada de Medio Ambiente, Remedios Martel, a los profesionales del campo que han presentado sus solicitudes de adquisición de plantas, junto al presidente de Asaja Málaga, Carlos Blázquez.
entrega
El municipio de Antequera, zona eminentemente rural y agrícola en toda su comarca, acogió la primera entrega formal de plantas autóctonas a agricultores de la zona. La siguiente cesión se realizó el viernes en Málaga capital.
El número de plantas a repartir supera las 25.000, pertenecientes a un total de 21 especies diferentes: acebuches, pinos carrascos, encinas, tomillos, zarzamoras, chopos... Son sólo algunos de los nombres de los arbolitos que empezarán a cambiar las lindes de las fincas agrícolas y ganaderas de la provincia malacitana. “Con el objetivo de transformar las actuales rocas de separación entre fanegas en elementos vivos. Elementos vivos que cuidar y cultivar”, detallaba Blázquez.
Harán falta unos cinco años para que los plantones cedidos luzcan vistosos. “Pero es muy gratificante, porque los vamos a cuidar desde el principio. Éso es lo más bonito”, explicaba Cristóbal García, otro agricultor de Antequera. Y es que ya se sabe: el arbolito hay que ‘criarlo’ desde pequeñito.