El alcalde de Cádiz, José María González, ha pedido a la Junta de Andalucía, mediante una carta remitida a la nueva consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, que se tomen “medidas urgentes” ante la situación de deterioro en la que se encuentra el colector de pluviales de Santa María del Mar.
El regidor gaditano, en su misiva, ha trasladado al Gobierno andaluz su “gran preocupación por la situación en la que se encuentra el emisario que evacúa las aguas residuale en la playa de Santa María del Mar” y ha advertido que “si no se toman medidas urgentes puede traer consecuencias tanto medioambientales como urbanísticas”.
Por ello, el alcalde ha solicitado a Crespo “mantener una reunión a la mayor brevedad posible para tratar este asunto con la voluntad de encontrar una solución técnica que pueda ser acordada entre ambas administraciones”.
Ante la falta de respuesta de la Junta de Andalucía a una situación que se ha alargado durante años, el Ayuntamiento de Cádiz ya ha anunciado que acudirá a la vía legal. Con todo, el Equipo de Gobierno apela a “la responsabilidad con la ciudad” de la nueva consejera y espera que el cambio de Gobierno pueda traer consigo una actitud diferente por parte de la administración andaluza, que hasta ahora no ha querido atender a los requerimientos del Consistorio gaditano.
Cabe recordar que tanto el Ayuntamiento como la empresa municipal Aguas de Cádiz vienen reclamando desde hace más de una década una solución al Gobierno andaluz, que es el que tiene las competencias sobre esta infraestructura.
Estas obras corresponden al Convenio Marco para la Ejecución de Obras de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales en la Ciudad de Cádiz suscrito entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Cádiz. La Agencia Andaluza del Agua proyectó tres aliviaderos de aguas pluviales en La Paz-Puntales, Cortadura y Santa María del Mar, que vierten mar adentro mediante emisarios submarinos para evitar los desagües directos en los paseos marítimos. Se adjudicó en 2006 por casi 8 millones de euros (IVA incluido), las obras comenzaron en 2007 y se dieron por terminadas en 2011.
Pero, ya durante la ejecución de las obras hubo que subsanar defectos de construcción, y en 2009 el colector de Santa María del Mar quedó al descubierto por efectos de las mareas provocando la rotura del paseo marítimo que se proyectó para la protección de la conducción. Durante la obra se decidió modificar la protección colocando bloques de hormigón, pero no se garantizó la protección frente a la regresión de la playa, por lo que los deterioros siguieron y se produjeron nuevos y mayores daños a causa de los temporales en 2014, en 2016 y en 2018.