La desastrosa organización del tráfico por parte del Ayuntamiento de Valencia durante la celebración de la carrera nocturna 15 K Banco Mediolanum del pasado sábado en la capital del Turia provocó un caos total en la circulación dentro del casco urbano, lo que dejó atrapados a miles de conductores durante más de tres horas en diferentes zonas de la ciudad.
Fuentes de la Policía Local de Valencia aseguraron a La 8 Mediterráneo TV que el Ayuntamiento se ha equivocado radicalmente en la autorización de la celebración de este evento, que hizo coincidir los cortes de calles previos con la salida de los comercios y de los centros comerciales en plena hora punta del sábado, lo que generó que varios miles de personas no pudieran acceder a sus zonas de residencia durante al menos tres horas.
Además, las mismas fuentes aseguraron que la imposibilidad de acceder a decenas de calles de barrios concretos generó una falta importante de seguridad, ya que no podían entrar ni ambulancias ni taxis. “No puede entrar ni salir nadie en un amplísimo cerco de calles y esto está muy mal organizado. El ansia política para que la ciudadanía perciba que este ayuntamiento invierte en deporte impide tener en cuenta aspectos básicos de la movilidad en una ciudad como Valencia”
Los barrios más afectados fueron el Eixample y buena parte del caso antiguo, además de otras zonas próximas a la avenida Baleares. Los atascos fueron especialmente interminables en calles como la Gran Vía Fernando el Católico o en la avenida Blasco Ibáñez en la intersección con el parque de los Viveros.
En la radio interna de la policía local valenciana se podían escuchar comentarios como “esto está que arde”, “la gente echa chispas” y expresiones similares que aumentaban la tensión entre las propias fuerzas de seguridad local, que se vieron desbordadas e incapaces de resolver los tremendos atascos.
“La celebración de estos eventos en sábado complica muchísimo la organización de la movilidad y de la seguridad. El recorrido ha sido completamente inapropiado. Hemos visto a familias que han abandonado sus automóviles en zonas prohibidas para acceder a sus domicilios, cargadas de bolsas de comida y alimentos. En definitiva, un caos que esperemos que no se repita”, afirman las mismas fuentes.