Miguel Ángel Segura lleva más de veinte años pintando carteles de Semana Santa que no han dejado a nadie indiferente.
Su apuesta creativa no había sido tenida en cuenta por ningún Consejo a la hora de encargarle el cartel oficial y quizá por eso pensaba que nunca le iba a llegar esta invitación.
Sin embargo, hace poco más de una semana, el presidente de la Unión de Hermandades, José Manuel García, le hizo un ofrecimiento que admite le ha llegado “por sorpresa” precisamente porque ya “no esperaba” recibir este encargo.
En cualquier caso, y como no hay mal que por bien no venga, cree que le ha llegado “en una época de madurez” que le permite ver las cosas “de forma mucho más pausada”.
“Ahora no tengo el ímpetu de la juventud, de pretender cambiarlo todo, y lo veo todo desde otro prisma, quizá más interior que exterior”, admite.
Quizá por ese motivo sabe que, aunque el Consejo no ha puesto límites a su trabajo, el cartel oficial de la Semana Santa aconseja cierta autocensura.
“La única premisa que me pusieron es que fuera yo mismo y eso fue como una puerta abierta de par en par. Seguiré mi línea, pero me voy a poner algunas vallitas, porque hay líneas que quizá no traspase”, avanzó en el programa Luz de Pasión, que se emite semanalmente en 7 TV Jerez.
El hecho de que haya pintado decenas de carteles de Semana Santa no significa que su capacidad creativa se haya agotado, pero tampoco que hubiera reservado una idea concreta para el supuesto de que le llegase este ofrecimiento.
“Para los que somos de cofradías desde pequeño y sentimos que la Semana Santa forma parte de nuestra vida, esto no tiene fin. El subconsciente siempre está trabajando. Siempre ves algo que te evoque la Semana Santa. Dicho esto no sé cómo va a ser el cartel, ni siquiera sé si voy a poner a una imagen, a dos o a ninguna. No quiero quedarme con una primera idea”, subraya.
Lo que sí tiene clara es su pretensión de que el cartel “se entienda desde un primer momento”, que no necesite de ninguna “explicación”.
“Creo que hoy día se hacen muchas composiciones absurdas y carteles que hay que meditar mucho y con mucha simbología para los que hace falta un libro de instrucciones. Si el cartel hay que explicarlo es que te has equivocado”, sentencia.
Más allá de esa apreciación, anima a aquellas personas que defienden un modelo de cartel más o menos estandarizado a entender que el artista “tiene que mostrar su visión” de aquello que se está anunciando.
“Al artista no le vale con mostrar lo que cualquiera ve en la calle, porque para eso sería mejor poner una fotografía. Hay gran parte del público en generar que cree que la historia del arte está comprendida entre una cruz de guía y un paso de palio, y eso no es así”, subraya.
Otra cuestión que debe tenerse en cuenta es que el cartel de la Semana Santa anuncia algo ya conocido.
“El cartel es el anuncio de un producto que ya está vendido de antemano, luego realmente es para nosotros, para los cofrades. Sirve de algún modo para reafirmarnos de que somos los mejores, como los anuncios publicitarios que realizan determinadas marcas comerciales que no necesitarían de esa publicidad”, apostilla.
Segura está además inmerso en el cartel de la coronación canónica de su Virgen de la Estrella, que ya tiene “en la cabeza y bien abocetado”.
“Los dos carteles son muy especiales, pero el de la Estrella es quizá más emotivo, porque es mi imagen, mi cofradía... Es difícil de explicar”.