El Ayuntamiento de Granada bajará por primera vez el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para todos los granadinos en el año 2023, una medida que ha calificado de "sin precedentes", y que este lunes se ha debatido en la Comisión de Economía, en el marco de la tramitación de las nuevas ordenanzas fiscales, que también contemplan la bonificación al cien por cien de la tasa de actividad económica con el fin de "favorecer la creación de empleo".
Además, según ha informado el Ayuntamiento de Granada en una nota de prensa, se va a proceder a la exención total de la tasa de edificación y obras para quien acredite el uso de materiales reciclados, "con el objetivo de impulsar la economía circular".
Así lo han anunciado los concejales de Economía, Raquel Ruz, y Hacienda, José Antonio Huertas, quienes han justificado esta bajada de los impuestos en la necesidad de "defender a las familias y al tejido empresarial granadino frente a la situación de incertidumbre, riesgo de inflación, crisis energética y tensiones geopolíticas derivadas de la guerra de Ucrania, que se van a dejar sentir en el año 2023", según han afirmado.
En concreto, las nuevas ordenanzas fiscales, que se aprobarán definitivamente en un Pleno extraordinario previsto para este viernes, contemplan una reducción del dos por ciento del coeficiente municipal en los recibos del IBI, el impuesto que afecta a más granadinos y granadinas, dado que graba tanto a viviendas particulares, como locales comerciales, establecimientos hoteleros, bares, restaurantes, edificios de oficinas, cocheras y "un largo etcétera que hace que la mayoría de la ciudad pueda beneficiarse de las ayudas implementadas por el Ayuntamiento, y no sólo un sector concreto", ha señalado Ruz.
La edil ha recalcado que "es la primera vez que un equipo de gobierno baja este impuesto, de hecho el PP lo que hizo fue subirlo", al tiempo que ha puntualizado que la medida afecta a 229.938 bienes inmuebles y supone dejar de ingresar 1,5 millones de euros en las arcas municipales.
La responsable de Economía ha explicado que la adopción de esta reducción de impuestos ha sido posible gracias a la buena gestión económica del actual equipo de gobierno. "El rigor y la contención del gasto ha supuesto una mejora en todas las ratios, estamos dando pasos hacia la recuperación económica y financiera y seguimos avanzando en el cumplimiento del Plan de Ajuste", ha explicado.
"Esta estabilidad económica nos ha permitido impulsar una bajada de impuestos sin precedente con el objetivo de favorecer a las familias y a las personas más vulnerables, ayudar a las Pymes a generar empleo y fomentar el desarrollo económico de la ciudad en las actuales circunstancias pospandemia y de crisis energética por la guerra".
También el concejal de Hacienda, José Antonio Huertas, ha coincidido en que tanto la eliminación de la tasa de Actividad Económica, que supone para el Ayuntamiento dejar de ingresar en torno a un millón de euros, como la bonificación en la de edificación y obras para quien utilice materiales reciclados, "son medidas necesarias para la reactivación económica y social de esta ciudad".
Por lo que se refiere a la licencia de obras, Huertas ha enmarcado la bonificación de esta tasa en el objetivo de impulsar la economía circular en el sector de la construcción. "En nuestra ciudad existen actualmente múltiples edificios con una antigüedad superior a los 40 o 50 años, y esto supone un reto no solo a nivel de mejora de la habitabilidad, sino también un reto debido a la necesidad de reciclaje de residuos que producirá la rehabilitación, demolición o construcción de nuevas viviendas que se plantea de cara a los próximos años", ha explicado.
"Con esta bajada del impuesto a quien acredite el uso de materiales reciclados queremos apoyar a las empresas constructoras que contribuyan a la sostenibilidad ambiental", ha concluido.