Según un comunicado de la Jefatura Superior de Policía, las investigaciones se iniciaron al tener conocimiento los policías de que se estaban realizando una serie de contratos de trabajo falsificados desde una empresa en Valencia en la que podría haber un grupo que presuntamente se dedicaba a la falsificación, estafa y explotación laboral de ciudadanos rumanos.
Durante las investigaciones, los policías averiguaron que se trataba de una organización que desde Rumanía, mediante una falsa empresa de contratación laboral, se encargaba de captar a ciudadanos dispuestos a viajar a España para trabajar, para lo cual pagaban cantidades previamente pactadas.
Para tal fin, contaban en España con un ciudadano rumano que se encargaba de recogerlos.