Con esta iniciativa, la primera que presenta en el proceso de reforma sanitaria comenzado hace casi un año en el Congreso, Obama intenta sacar así adelante la que es su principal prioridad legislativa.
La Casa Blanca colgó ayer en su página de internet la propuesta, que trata de reducir el coste de las pólizas sanitarias para las familias y las pequeñas empresas, lo que facilitará la cobertura médica a 31 millones de estadounidenses que carecen de ella en la actualidad.
La reforma sanitaria está paralizada en el Congreso, pues para sacarla adelante tanto el Senado como la Cámara de Representantes deben fusionar sus respectivos proyectos de ley, un proceso que se encuentra estancado desde que los demócratas perdieron la mayoría absoluta en la cámara alta, en enero pasado.
La propuesta de Obama, que tendrá un coste cercano al billón de dólares en los próximos diez años, intenta precisamente aunar ambos proyectos de ley, si bien utiliza como base la versión del Senado.
La iniciativa establece un nuevo mercado de seguros médicos que permitirá hacer más accesible, según la Casa Blanca, el acceso a pólizas de calidad y aumenta la regulación de las subidas de las primas por parte de las aseguradoras.
Tal y como está concebida, la propuesta crearía una Autoridad federal de Aseguradoras encargada de ayudar a los estados a revisar “las subidas exageradas de las primas y otras prácticas” irregulares.
En particular, este apartado pretende aprovechar el descontento popular surgido después de que una empresa aseguradora californiana haya anunciado subidas del 3% en sus primas.
Como ya incluyen las propuestas del Senado y la Cámara de Representantes, la de Obama prohíbe también que las empresas de seguros puedan denegar cobertura a nadie porque enfermara antes de contratar la póliza.
La iniciativa de Obama no incluye, como sí hacía el proyecto de ley de la Cámara de Representantes, la “opción pública”, un seguro médico ofrecido por el Gobierno que competiría con las aseguradoras privadas.
Según la Casa Blanca, la propuesta permitirá reducir el déficit presupuestario en 100.000 millones de dólares en diez años y en casi un billón de dólares en su segunda década al recortar el gasto del Gobierno en salud y controlar los abusos y el fraude.
Obama celebrará el jueves una “cumbre sanitaria” en la Casa Blanca a la que ha invitado a los líderes de la oposición republicana para que le planteen sus propuestas sobre cómo sacar adelante una reforma sanitaria.