Teresa Mascarenhas
ARCOS
Hace poco llegó a mis manos un poemario titulado ‘Raigambre’, publicado por la editorial ‘La Serranía’ y escrito por el poeta rondeño Miguel Ángel Rincón Peña.
Desde el comienzo de su lectura, mis pensamientos volaban vivaces hacia otra época de mi vida; recuerdos que habían permanecido dormidos durante mucho tiempo se despertaban en la calidez de sus versos.
Instantes vividos en la infancia, en el calor del hogar, en mi tierra…, sencillamente me hizo volver a mis raíces, como el título de este bello poemario indica; son poemas desde la raíz, desde el origen de uno mismo:
“El pasado es una habitación/ con olor a humedad,/ una alameda en pleno otoño,/ una plaza callada bajo la lluvia”.
Esa mirada nostálgica de Miguel Ángel al pasado, plena de romanticismo y al mismo tiempo, añoranza; ese amor por la tierra donde nació, esos paisajes impresos en su alma…, el amor por su madre, por su familia… esa marcada sensibilidad que se hace presente en toda su poesía, plena de metáforas y bellos sentimientos.
Esos recuerdos vivos en la memoria de este gran poeta nos hacen recordar cómo fuimos una vez.
Poemas sencillos, pero a la vez muy profundos que invitan al lector a reflexionar:
“Cuando es invierno en Zahara/ parece que nunca va a llegar/ el tiempo de las cerezas,/ pero llegará, floreciendo los jacintos,/ los lirios, y las amapolas”.
No faltan las descripciones a esa tierra tan amada, y a todos esos lugares que han formado parte de su vida. Y son, en estos poemas tan entrañables y tan sentidos donde te sorprendes a ti mismo caminando por sus calles, por sus veredas, sentir ese frío de invierno en Zahara, así cómo sentir cuán difícil o oscura la vida pueda ser, siempre hay un tiempo de primavera, de florecimiento, de luz…, del cual cada uno somos partícipes por muy fuerte que sople el viento:
“Aquí todo rige por otro tiempo,/ un tiempo que es ceniza/ pero también patria,/ que es muerte fría y vieja/ pero también ardiente nacimiento”.
Aprovechando que el jueves, día 10 de noviembre, Miguel Ángel presenta su Raigambre en Arcos de la Frontera, he mantenido una charla de la cual expongo aquí un resumen a modo de entrevista.
Miguel Ángel ¿Qué ha significado para ti escribir ‘Raigambre’?
–‘Raigambre’ es un libro lleno de raíces, porque habla de la familia, de la infancia, de la naturaleza…, incluso del pasado histórico más remoto. Escribir este poemario supuso saldar algunas cuentas pendientes. Había varias personas a las que les debía un poema. Es, sin lugar a dudas, mi libro más personal.
¿Algún poema que te gustaría destacar y por qué?
–Varios, pero quizás destaque aquí ‘Rayuela’, que es con el que abro el poemario. Son unos versos que huelen a infancia (a la que tanto escriben los poetas), a pueblo y a madre.
¿Cómo o cuándo te iniciaste en el mundo de la poesía y cómo ha influido en ti a lo largo de tu vida?
–Yo empecé de niño a tocar los teclados en bodas, bautizos y comuniones junto a unos amigos del colegio. Luego hice un grupo de pop que con el tiempo se volvió una banda de rock. Empecé a escribir las letras de las canciones y me di cuenta de que escribía mejor que tocaba, o al menos esa era mi sensación en aquel momento. Empecé a publicar algunos poemas en revistas culturales hasta que en 2003 reuní algunos de esos poemas escritos en mi más tierna juventud y el ayuntamiento de mi pueblo los publicó en un libro llamado ‘La Tormenta’, ilustrado por José Hinojo. Un libro bastante pueril pero que me dio el primer empujón en el mundillo poético. Luego ya vendrían las editoriales (‘Castellarte’ SL., ‘Tiempo de Cerezas Ediciones’, etc.).
Mi vida sin poesía, al igual que sin música, sería bastante lánguida, pues sentiría un vacío enorme. No me imagino vivir sin leer poesía.
¿Cuál es tu fuente de inspiración, tu fiel motivación?
–El amor. Pero el amor en sus muchas acepciones: amor de pareja, amor a la naturaleza, amor a la humanidad, amor universal… Últimamente me motiva mucho escribir sobre la tierra; el trozo de terruño en el que vivimos. Sobre el pueblo.
‘Raigambre’ es un encuentro contigo mismo, con tus raíces. Sencillas y profundas pinceladas de un amor inmenso, pleno de sensibilidad y ternura a través de los más hermosos y vivos paisajes de tu tierra que perduran en tu memoria. Has impreso mucho de tus sentimientos en esta obra, a partir de ahora… ¿Qué proyectos o sueños te gustaría realizar
–Tengo ahora mismo tres proyectos a la vista. El primero es un pequeño poemario sobre mi pueblo a través de las estaciones del año. Seguramente vea la luz la próxima primavera, coincidiendo con los 20 años de mi primer libro. El segundo es la continuación o, mejor dicho, el spin-off de la novela ‘El caso Passion’. Dejando a un lado lo literario, también tengo en mente hacer una exposición de fotografías en blanco y negro sobre el invierno en el medio rural. Quizás para enero o febrero.
¿Qué relación tienes con la ciudad de Arcos de la Frontera?
–Yo soy un enamorado de Arcos, de sus calles (sobre todo de su casco antiguo), de su gente, de ese ambiente especial que se respira en este pueblo. Son muchas cosas las que me unen a Arcos, por eso, cada vez que puedo vengo, porque es como estar en casa.
Vamos, que solamente te falta tener una casa en Arcos, ¿no?
–Si pudiera comprarme una casita en el casco antiguo lo haría con los ojos cerrados, a pesar de todas las complicaciones que tiene el vecindario de esa zona. Espero y deseo que el proyecto de Ciudad Amable sea verdaderamente amable con el patrimonio y no cambie la imagen particular y la enjundia que posee este lugar. Desde aquí aprovecho para enviar ánimos a los vecinos en sus justas reivindicaciones.
Llevas también muchos años colaborando con ‘Viva Arcos’, antes’ Arcos Información’. ¿Cómo surgió?
–Surgió al poco de empezar a trabajar en el CEIP San Francisco. Un día cogí el periódico que Francisco el conserje (gran persona) solía llevar y vi que lo dirigía José Antonio Benítez, al que conocí en la radio de Prado muchos años atrás. Le escribí un mensaje y comencé a colaborar con una columna semanal. ¡De eso hace casi catorce años!
Tienes previstas algunas presentaciones o lecturas, una de ellas será el jueves en la Capilla de la Misericordia. ¿Es la primera vez que lo haces en Arcos?
–En Arcos he presentado varios libros. A mí me da mucha vergüenza presentar y leer poemarios, porque supone desnudarse ante el público, es algo así como un desnudo premeditado. Yo siempre fui muy tímido y lo paso mal cada vez que tengo que hablar en público. Me gusta más escribir. Pero los libros se suelen vender mejor en esos actos, así que ya me estoy acostumbrando, y para llevarlo mejor siempre me suelo rodear de amigos músicos que acompañan las lecturas. Aunque esta vez creo que iré a pecho descubierto.
¿Dónde se puede adquirir el libro?
–El día 10 en la presentación. También están a la venta en la librería Camachito.
Gracias, Miguel Ángel, por este ratito.
