Las zambombas empiezan ya a abrirse paso en Jerez en una campaña que recupera la ansiada normalidad después de que el año pasado el progresivo crecimiento de contagios de Covid-19 provocara suspensiones y restara afluencia de público a las últimas citas programadas.
Las primeras citas de especial relevancia han tenido lugar este mismo sábado, con zambombas con fines eminentemente sociales y masivas, como las organizadas por las asociaciones Upace Sur y Aspanido, esta última en la bodega Pajarete y con la presencia de varios grupos y artistas. Este domingo se celebrará la popular Zambomba del Willy, que el año pasado llegó a ser clausurada por la Policía después de que el local sobrepasara el aforo máximo permitido.
Antonio Mariscal, presidente del Clúster Turístico Destino Jerez, confirma lo que se venía avanzando desde hace ya varias semanas, y es que la hostelería “está a tope” y resulta ya prácticamente imposible encontrar plaza para almorzar o cenar en los negocios del centro de la ciudad. “Hay muchas ganas de disfrutar a pesar de la inflación y del aumento de los precios, pero a pesar de eso en el centro histórico ya es imposible reservar mesa”, subraya.
Claro que el sector turístico va mucho más allá de los bares del centro. Mariscal asegura que el fenómeno de la zambomba “cada vez provoca una mayor atracción” fuera de Jerez, pero admite que se trata todavía de un movimiento “básicamente local” que se nutre de las poblaciones limítrofes.
Reivindicarse en el exterior
De ahí que el presidente del Clúster reivindique “más promoción” en el exterior porque “da la sensación de que toda España conoce ya la zambomba de Jerez y eso no es así”. “Se está exportando, pero el nivel de conocimiento es todavía bastante moderado”, apunta. Esa mayor difusión se antoja básica para atraer más turismo y propiciar que el fenómeno beneficie realmente a todo el sector y no únicamente a los bares o restaurantes. En este sentido, el propio Antonio Mariscal advierte de la amenaza que supone la organización de excursiones a establecimientos hoteleros de la provincia de Málaga en las que se ofertan paquetes completos en los que se incluye zambombas generalmente animadas por grupos y artistas diversas.
Por eso se antoja imprescindible “intentar mantener los valores sobre los que se asienta la zambomba de Jerez como Bien de Interés Cultural, así como sus elementos diferenciales”, algo que en primer lugar requiere de un mayor control sobre todo aquello cuanto se organiza en la ciudad, así como de una promoción posterior. Ese formato de “excursiones concertadas” con destino Jerez ya venía funcionando desde hace “varios años”, organizadas desde provincias limítrofes. El problema ahora es que se organizan programas similares que llevan a otros territorios andaluces, de ahí que se haga más que nunca necesario reivindicar la esencia de la auténtica zambomba.
Más allá del manido debate sobre si esta fiesta “ha degenerado” y se ha convertido en un fenómeno meramente “mercantilista”, lo que sí tiene claro Mariscal es la existencia de un número creciente de zambombas organizadas “entre amigos y en el propio ámbito familiar, sin micrófonos ni artistas” que sí preservan esa esencia que es imprescindible trasladar al exterior si se quiere ofrecer un producto diferenciado al que ya se está ofertando en otras provincias andaluzas
Por lo que resulta indudable es que “lo que se puede organizar en Málaga son meros espectáculos”, mientras que en Jerez todavía es posible “que los propios asistentes participen en la fiesta”, que en definitiva es “lo que hay que vender” en el exterior.
Sea como fuere –y a pesar de esa apelación a trabajar para rentabilizar aún más si cabe la zambomba como fenómeno turístico- lo cierto es que el sector tiene “bastante confianza” en cerrar “un buen año”. Los meses de septiembre y octubre se cerraron con buenos resultados en lo que a pernoctaciones hoteleras se refiere y noviembre “va bien” a pesar de ser un periodo del ejercicio que suele quedarse “en tierra de nadie”. Todo ello “a pesar de las incertidumbres” que viene padeciendo el sector desde la irrupción de la crisis sanitaria, a la que posteriormente se han sumado otros fenómenos de carácter económico que no contribuyen a su recuperación definitiva.
260 euros, dos adultos y un niño, zambomba y pensión completa
Varios hoteles de la Costa del Sol ofertan ya paquetes turísticos con la zambomba como protagonista. Así, en las redes se puede encontrar cómo un hotel de Marbella de cuatro estrellas ofrece un paquete titulado ‘especial zambomba flamenca’ del 2 al 4 de diciembre que incluye alojamiento y pensión completa para dos adultos y un niño por 260 euros. La excursión da derecho a conocer el alumbrado de Navidad de Málaga, el Museo de Belenes de Mollina o a visitar la ciudad de Antequera.