Vilks, que ha dicho que no tiene miedo a las amenazas y que no se arrepiente de sus actos, recibió el apoyo solidario de varias instituciones como la Academia Sueca, que otorga cada año el Nobel de Literatura, y las asociaciones de dibujantes, diseñadores y fotógrafos suecos.
“De una vez por todas puedo decir: todo es muy sencillo. Hacer callar las acciones de Lars Vilks equivale por extensión a hacernos callar a todos. Siempre podemos discutir sobre su arte, pero sobre su derecho a ejercerlo, nunca”, señaló en su blog Peter Englund, secretario permanente de la Academia.
Englund resaltó que la única reacción posible es “tomar distancia de este fanatismo sin deslices, sin reservas, sin relativizar” y situarse del lado del amenazado, postura similar a la expresada en un comunicado conjunto por la Organización Nacional de Artistas Suecos, la Asociación de Dibujantes e Ilustradores Gráficos Suecos y la Asociación de Fotógrafos suecos.
Tres diarios suecos de difusión nacional, el liberal Dagens Nyheter, el regional Sydsvenskan y el tabloide Expressen, reprodujeron ayer la caricatura de Mahoma como un perro hecha por Vilks y publicada originalmente en agosto de 2007 por el periódico Nerikes Allehanda. “Se trata de un derecho incondicional de Lars Vilks expresarse como quiera”, señaló Lennart Eng, presidente de la Asociación de Dibujantes e Ilustradores Gráficos Suecos.
