El primer candidato de la historia de España a quien se ha prestado atención para realizar este tipo de donación es un andaluz, que ya ha superado las pruebas psicológicas precisas y que ahora está siendo sometido a análisis físicos para garantizar su correcto estado de salud, informó Matesanz en una rueda de prensa.
Esta práctica, anunciada en coincidencia con el Día Mundial del Riñón, ha estado prohibida en España desde que comenzó el sistema de donaciones de órganos, pero el pasado mes de noviembre, después de un intenso debate, recibió el visto bueno de la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial de Salud.
El recurso al “buen samaritano”, protagonista de una parábola evangélica en la que un hombre atiende a otro sin conocerle, tiene una larga tradición en el ámbito anglosajón.
Matesanz ha confesado que esta gente altruista “ha existido en España desde hace mucho tiempo pero siempre se les ha convencido de que no lo hicieran”, porque se pensaba que debajo de esta oferta podía haber algún motivo económico o algún problema psicológico, y porque, en los años ochenta, el riesgo de donar un riñón en vivo era bastante más elevado de lo que es actualmente.
“Los tiempos han cambiado, esta figura cada vez se da más en los países anglosajones y el riesgo de donar un riñón en vivo ha caído mucho”, explicó el responsable de la ONT, quien dijo que la legislación española ofrece “todo tipo de garantías para que no haya esa comercialización encubierta a la que teníamos miedo”.