El primado, que siendo sacerdote en 1975 estuvo presente en dos reuniones en la que se pidió a dos niños víctimas de los abusos del cura Brendan Smyth que hicieran un voto de silencio, también dio a entender que reflexionará sobre su futuro, en una declaración en el Día de San Patricio, patrón de Irlanda.
“Esta semana un episodio doloroso de mi pasado se me ha presentado. He escuchado la reacción de la gente sobre mi labor en eventos de hace 35 años”, afirmó el cardenal.
“Quiero decirle –agregó– a cualquiera que haya resultado herido por mi fracaso que pido disculpas con todo mi corazón”, ha asegurado.