Estos países son: el Reino Unido, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Finlandia y Suecia, y de los vuelos cancelados, 161 son salidas desde aeropuertos españoles y el resto corresponden a llegadas.
Según la misma fuente, las medidas adoptadas por las autoridades aeronáuticas de estos países han sido comunicada a Eurocontrol y están afectando especialmente a los vuelos con el Reino Unido.
Los aeropuertos de la red de Aena tienen previstas para hoy 266 operaciones de llegada procedentes de Reino Unido y 263 de salida. Se han cancelad vuelos con el norte de Europa en los aeropuertos de Madrid-Barajas, Barcelona, Palma de Mallorca, Lanzarote, Málaga, Valencia, Alicante, Reus, Almería, Ibiza, Tenerife Sur, Murcia-San Javier, Federico García Lorca Granada-Jaén, Girona-Costa Brava y Santander.
El aeropuerto de Madrid-Barajas amaneció hoy con centenares de pasajeros frente a los mostradores de las aerolíneas que conectan la capital española con el norte de Europa, mientras que las autoridades estiman que se pueden cancelar más de 80 vuelos por la nube de cenizas procedente de un volcán islandés.
Fuentes de Aena indicaron a Efe que hasta las 09.00 horas se habían cancelado 19 vuelos de salida y uno de llegada, para desesperación de los numerosos viajeros que han dormido en las instalaciones aeroportuarias porque el jueves no salieron sus aviones y para los que empiezan a llegar en busca de una solución.
Las fuentes indicaron que Eurocontrol (Agencia Europea para la Seguridad en la Navegación Aérea) informa de que están cerrados los espacios aéreos de Bélgica, Alemania, Estonia, Francia, Holanda, Noruega, Polonia, Irlanda, Suecia y el Reino Unido.
También señalan se abrieron paulatinamente algunos de los aeropuertos de los países afectados entre las 12.00 y las 20.00 horas de ayer. El jueves, varios miles de pasajeros quedaron atrapados en los principales aeropuertos españoles, al cancelarse cerca de 500 vuelos entre España y el Reino Unido, Irlanda, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Alemania, Bélgica, Holanda y Francia.
La nube de ceniza volcánica procedente del volcán islandés contiene partículas que pueden afectar el funcionamiento de las turbinas de los motores de los aviones.