Ozores, nacido en agosto de 1928 en Burjasot (Valencia) y miembro de una saga de cinco generaciones dedicada al mundo del espectáculo, falleció por la mañana en la Clínica oncológica Anderson de Madrid a causa de “una larga enfermedad”, según la Academia de Cine.
Su cuerpo fue trasladado al tanatorio de La Paz de Tres Cantos, donde por la tarde se instaló la capilla ardiente y hoy a mediodía se celebrará la misa funeral, una hora antes de que se proceda a la incineración de sus restos.
Instituciones como la Academia del Cine y la SGAE y varios compañeros de profesión han destacado al conocer su fallecimiento su talento interpretativo, su humor, capacidad de invención e improvisación, y, sobre todo, su humanidad y su sentido familiar, que hacía que “todo el mundo” le quisiera.
“Es una noticia inesperada, horrible y triste”, aseguró una “destrozada” Concha Velasco, que trabajó en más de treinta películas con Antonio Ozores y que le consideraba “un hermano”, con el que pasó la etapa “más feliz” de su vida, del 54 al 67.
“Toda la familia Ozores me adoptó como hermana cuando yo comencé haciendo revista con Celia Gámez”, comentó la actriz desolada, que ha reclamado para este “cómico”, “divertido e improvisador”, “todo un homenaje de la cultura y el cine español y que no haya que ir llamando a las puertas, porque imperen los prejuicios por desconocimiento”.
La actriz Pilar Bardem, que le ha descrito como “una persona profundamente divertida y profundamente serio en su trabajo”, inventor de “un lenguaje”, ha recordado que en las películas de su hermano Mariano le tocaba “hacer la putita correspondiente y él siempre andaba por ahí”.
“Como yo era la alta, eran mis vestidos los que le valían y esa es nuestra historia: compartíamos ese pecado”, relató la actriz.