La plaza de La Magdalena ha dejado una de las estampas más tradicionales de la Semana Santa jiennense, la de un barrio entregado a su Cofradía, la de una Hermandad con tres pasos en la calle que, desde el minuto uno, ha recogido la devoción de centenares de jiennenses. Y no sólo del barrio, también llegados de fuera de la provincia, pues la de La Magdalena es una de las Cofradías que dan nombre propio a la Semana Santa de la ciudad.
La parroquia de Santa María Magdalena abrió sus puertas para dejar ver el cortejo de la antigua e Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo de la Clemencia, Nuestro Padre Jesús de la Caída, Santa María Magdalena y María Santísima del Mayor Dolor en un Martes Santo muy esperado.
La luz vespertina embelleció aún más los pasos en la calle. Este año, con más hermanos de luz que los previstos para un 2022 en el que no pudieron celebrar su procesión de penitencia. 80 nazarenos y 40 mantillas acompañaron a las imágenes titulares, que han lucido estrenos, tres años después. Entre otros, el juego de potencias para el Santísimo Cristo de la Clemencia, que, igualmente estrenó la campana y el dorado de las tallas de ampliación del paso y cuatro faroles.
El palio de María Santísima del Mayor Dolor ha estrenado doce piezas de candelería y dos jarras de entre varal.
La Cofradía de La Magdalena ha recogido el fervor cofrade y la devoción desde la salida de Nuestro Padre Jesús de la Caída, que procesionó portado a doble trabajadera por 40 costaleros que han entregado su corazón en cada paso. Han sido guiados por Javier Serrano, Tomás Díaz Fuentes, Tomás Díaz Montoro y Francisco Javier Díaz, que han dedicado palabras que recompensaron su esfuerzo en procesión.
Los sones de la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús de la Piedad en su Sagrada Presentación al Pueblo ‘La Estrella’ ha marcado el paso en procesión, con reconocidas marchas. Detrás, el paso del Santísimo Cristo de la Clemencia y debajo, 35 costaleros, a doble trabajadera. José Antonio Valero, Alfonso Manuel Palomino y José Andrés Castro han alentado el caminar del crucificad, ayudados por las cornetas y los tambores de la Banda ‘Fe y Consuelo’, de Martos.
Las 40 mujeres que llevan el palio de María Santísima del Mayor Dolor han procesionado dejando su seña como costaleras, desde su barrio para buscar un itinerario de calle durante más de siete horas. Los capataces Miguel Ángel Bermúdez, Juan José Estepa y Rubén Ortega han sido sus ojos. Los oídos, pendientes de las marchas de la Asociación Musical Pedro Morales, de Lopera.
Saetas dentro y fuera de la parroquia marcaron el paso de las imágenes. La Policía Nacional ha escoltado a la Cofradía, también acompañada por el alcalde. Nazarenos, mantillas y soldados romanos han llenado el desfile en procesión el Martes Santo.
