Según informó hoy la Consejería de Salud, esta iniciativa tiene como objetivo identificar aquellos aspectos de la atención sanitaria susceptibles de registrar efectos adversos, a fin de minimizar posibles riesgos e implicar a los profesionales sanitarios para generalizar las mejores prácticas asistenciales en el sistema.
La pulsera, que el paciente debe llevar durante toda su estancia hospitalaria, supone una garantía de seguridad, ya que, antes de administrar cualquier tratamiento o realizar pruebas diagnósticas, el personal sanitario puede comprobar la identidad del usuario.
Con la finalidad de identificar correctamente al paciente, la pulsera contiene cinco códigos diferentes que se consideren relevantes, como son: el nombre y apellidos, la fecha de nacimiento, el documento nacional de identidad, el número de historia único andaluz y el número de historia clínica del centro. Asimismo, lleva impreso un código de barras que se corresponde con el número de la historia clínica.
El Área Sanitaria del Campo de Gibraltar repartirá alrededor de 20.000 pulseras al año, pues se hará entrega de una a todos los pacientes que cursen ingreso en los hospitales, tanto de carácter urgente como programado. Los brazaletes están hechos de un material antialérgico e impermeable.
El Servicio de Admisión será el encargado de entregar la pulsera identificativa al paciente, que se la debe colocar inmediatamente. Desde ese mismo momento, la pulsera debe acompañar al ciudadano en todo momento, implicando el procedimiento de verificación tanto a los profesionales médicos y de enfermería como también al personal administrativo o los celadores.
El protocolo contempla asimismo otras situaciones, como la de pacientes encamados que se trasladan de otros centros o procedentes de consultas externas, así como los recién nacidos en Maternidad. También describe qué debe hacerse cuando se encuentre deteriorada o cómo retirarla.