La maternidad de Ana Obregón a los 68 años por gestación subrogada sigue siendo uno de los temás más polémicos del momento. Al margen de que el donante haya sido su hijo Aless Lequio -fallecido el 13 de mayo de 2020- y de que por tanto la pequeña Ana Sandra no sea hija de la presentadora sino su nieta, Carlos Bardem se ha mostrado durísimo con la opción que ha escogido la actriz y no ha dudado en acusarla de "traficar con personas".
"La subrogáción es una cosa que es ilegal en este país y está bien que así sea. Es una manera de tráfico de personas. Estoy absolutamente en contra de todo esto" ha sentenciado, convencido de que Ana Obregón se ha "aprovechado de la precariedad de una mujer para usarla de paridero, digamos". "Nadie hace eso de motu proprio. Eso se hace por necesidad. Hay alguien que está pagando a cambio de la necesidad de alguien. Eso es lo que pienso de eso" ha añadido, dejando claro que a pesar del debate que se ha generado en las últimas semanas en nuestro país "no es un tema a mí que me interese ni mucho menos".
Carlos ha sido uno de los actores que han acudido este fin de semana al Festival de Cine de Ibiza y, más hablador que nunca, ha aclarado las informaciones que apuntan a que su hermano Javier Bardem y Penélope Cruz van a volver a vivir en nuestro país después de años residiendo en Los Ángeles: "Ellos nunca han dejado España. Esas cosas de que viven por ahí yo no sé donde salen. No hay que creerse lo que dicen. Viven en Madrid de toda la vida".
"Penélope es una pedazo de actriz. Es una mujer con una carrera, una estrella de Hollywood de verdad. Se lo ha ganado a pulso, tiene un talentazo y una calidad humana impresionante. Es una mujer maravillosa en todos los sentidos. Y una madre excepcional, como mi hermano, que es otro padre excepcional" ha asegurado, demostrando que los Bardem son una piña.
Feliz con Cecilia Gessa, con la que lleva más de una década de discreta relación -"el secreto es quererse, respetarse y admirarse mucho" revela- Carlos confiesa que a él sin embargo no le ha picado el gusanillo de la paternidad. "Me encantan los tíos pero de los demás. Yo soy un tío maravilloso" explica con una sonrisa.
