“Al libro digital hay que darle la importancia que tiene. Los apocalípticos que aventuraban todo tipo de desgracias para el formato tradicional suelen ser gente poco leída”, afirmó en una entrevista con Efe Valverde, secretario de la Feria del Libro de Madrid, que ayer, en su primer domingo, estaba a rebosar a pesar del calor.
La inquietud que puedan sentir los libreros españoles ante la llegada del libro electrónico “es menor que hace un año y medio. Entonces parecía que el mundo se acababa, pero ahora no”, aseguró el máximo responsable de la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros, que agrupa a más de 1.500 establecimientos.
“Las descargas digitales van a convivir con el mundo del libro en papel, que será el rey del mambo durante mucho tiempo”, subrayó Valverde.
En realidad, la “amenaza digital” ha servido para “conseguir que el sector cierre filas, se una, hable mucho, y vea cuáles son las fortalezas que hay que sacar de este reto”.
Por eso, los libreros se han implicado de lleno en Libranda, la plataforma de distribución de contenidos digitales que han constituido los principales grupos editoriales españoles: Planeta, Santillana, Random House Mondadori, SM, Wolters Kluwer y Edicions62, y a la que se han unido otros sellos como Maeva, Salamandra y Anagrama.
Libranda se presenta el 9 de junio, en el marco de la Feria del Libro de Madrid, pero, según le dijo a Efe Valverde, no empezará a funcionar hasta julio “por una cuestión de tipo práctico: las descargas digitales están afectadas por un IVA del 16 por ciento, y a partir del 1 de julio ese impuesto sube al 18”.
“No tiene sentido que empiece antes de que entre en vigor la norma, porque habría que hacer nuevos ajustes informáticos”, señala Valverde, quien recuerda que editores y libreros confían en que la Unión Europea aplique a las descargas digitales el mismo IVA que al libro en papel, un 4%.
A FAVOR DE LA PLATAFORMA
Los libreros ven con buenos ojos la creación de esta plataforma, que aglutina al 75% del sector editorial y que, desde el principio, ha tenido claro que “no puede prescindir de las librerías, y eso es importante”, destacó Valverde, que lleva más de diez años como presidente de Cegal.
Libranda no venderá las descargas de sus títulos directamente, sino que lo hará a través de los puntos de venta tradicionales. Prescindir de la potente red española de librerías “sería dar un salto en el vacío y no parece sensato”, opinó Valverde. De momento, la plataforma arranca con diez librerías independientes de toda España (entre ellas la Antonio Machado, de Madrid, y la Cervantes, de Oviedo) y con las grandes cadenas como Casa del Libro, FNAC y El Corte Inglés.