La tan necesaria lluvia ha irrumpido en la salida de la capital gaditana de la Hermandad del Rocío de Cádiz, que se ha visto obligada a cambiar sus planes y suspender el recorrido por la ciudad debido al mal tiempo. No hubo quejas. Algunos incluso la recibieron como una bendición, al margen de que el mal tiempo haya deslucido la salida de los peregrinos de Cádiz. La Junta de Gobierno tomó la decisión tras la celebración de la misa del romero, que comenzó a las ocho de la mañana, tras consultar los partes meteorológicos para la mañana.
Una vez concluida la eucaristía en la Parroquia de San José, donde los romeros habían sido convocados a las 7.30 horas, hacia las diez y media de la mañana han entronizado el simpecado en la carreta, que han tenido que resguardar con un plástico para preservarlo de la lluvia, y se han dirigido a paso rápido hasta la Casa del Niño Jesús. Tampoco ha habido despedida de la Patrona de Cádiz, Nuestra Señora del Rosario Coronada, como es tradicional en el itinerario todos los años.
Pasadas las doce del mediodía, según el horario previsto, la comitiva, formada por unos 140 peregrinos, 22 vehículos todoterreno, junto con el tractor que lleva la hermandad de apoyo y la carreta con el Simpecado, ha abandonado la Casa del Niño Jesús para dirigirse hacia el Puente de La Pepa en dirección a Sanlúcar.
Finalmente, los rocieros de la capital gaditana han accedido a las barcazas para cruzar el río Guadalquivir hasta Doñana pasadas las 15.30 horas, media hora después de la hora prevista, al verse afectados por el retraso de la Hermandad del Rocío de Arcos.
El embarque se ha realizado sin incidencias y los peregrinos ya se adentran en el Espacio Natural de Doñana. Buen camino.
