Espinosa visitó ayer junto al presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, la localidad de Arriondas, la más afectada de toda Asturias por los desbordamientos provocados por las intensas precipitaciones.
La ministra garantizó que el Gobierno habilitará más medios, incluidos cuarenta operarios de la empresa pública Tragsa, “para que esto vuelva a ser un pueblo como era hace no muchas horas”, e incidió en la imposibilidad de prever una crecida del caudal de tanto volumen como el que el miércoles desbordó los ríos Sella y Piloña, que anegaron buena parte del casco urbano de Arriondas.
“Muchas veces, cuando desde las administraciones denegamos alguna licencia de obras, la gente no nos entiende y es porque sabemos que puede tener efectos negativos o que se trata de zonas inundables y es mejor prevenir”, indicó la ministra.
A su juicio, en décadas anteriores “no se disponía de la información ni de la planificación hidrológica actual”, según elena Espinosa.