Ha pasado un mes desde que Manuel Chumilla declinó la propuesta de continuar al frente del banquillo. La decisión de uno de los símbolos del Real Jaén no fue algo baladí. Con su salida, todos los esfuerzos se centraron en jugársela a una sola carta. El as en la manga es por todos conocido: Emilio Fajardo. Pero un mes después, el actual entrenador del Marbella sigue dilatando su aterrizaje en La Victoria, mientras sus agentes lo ofrecen a otros equipos, como así pudo confirmar el compañero Jaime Poyatos de 7TV Linares.
El representante del entrenador propuso su nombre hace unos días para sustituir en el banquillo a Alberto González. Desde Fomento y Promoción del Real Jaén, consultados por este medio de comunicación, se señala que el mismo Fajardo desmiente este extremo, pese a que la noticia llega desde el seno del Consejo de Administración del club azulillo.
Esto tampoco ha acelerado la llegada de Fajardo, que sigue esperando a que el Marbella le llame para resolver su contrato cuando los días caen como una losa en el Real Jaén, que se lo ha jugado todo a una carta. En esto hay que añadir que la campaña de abonados no ha salido, cuando el año pasado ya llevaba en marcha algo más de una semana. Tampoco se han dado a conocer las nuevas equipaciones que lucirá el equipo en el año uno tras el Centenario. Y Fajardo, tampoco llega.
La espera entre la afición hace generar dudas, pero también dentro de muchos miembros del club. Se entiende todo esto como una jugada del entrenador del Marbella. No se comprende cómo si ya tiene un contrato verbal cerrado con Ramón García (principal valedor de la decisión de apostar por este entrenador) no está aquí ya para diseñar la pretemporada, establecer los planes de trabajo previos a la misma y acometer desde Jaén todos los detalles para una campaña en la que el objetivo vuelve a ser el ascenso.
Las directrices las ha marcado en nombres y en jugadores, pero la realidad es que cada día que pasa todo se enquista y se pierde desde muchos puntos, de fuera y de dentro del club, la confianza en un entrenador que no parece que quiera dejar el contrato con el Marbella a coste cero o recibiendo las dos mensualidades que le han ofrecido desde el Dama de Noche como indemnización, según ha podido conocer este medio de comunicación.
Ahí es donde el Real Jaén parece que se ha querido jugar todo a una carta y a una figura, la de un entrenador que tiene dos ascensos, que parece que dice que sí quiere entrenar al Real Jaén, pero que no aparece por ningún lado. El síntoma no parece el mejor, porque comienza a convertirse en un mal endémico que está desgastando a la masa social y a la Dirección Deportiva, donde el trabajo de Antonio Rueda no está teniendo el respaldo que debiera dentro del club.
Las alternativas posibles que pudieran existir si no llegara Emilio Fajardo continúan volando y no existe un plan B, pese a que se está trabajando en los fichajes de David León, del San Roque de Lepe; Mauro, del Atlético Mancha Real o Álvaro Alcázar, del Socuéllamos. Mientras, otros jugadores han puesto rumbo a otros clubes como Jesús del Amo, que ya ha firmado con El Palo, donde también podría recalar Edu López.
José Lara no va a continuar en el Real Jaén, dado que Fajardo ya lo fuliminó en el Algeciras y, en las últimas horas, VIVA Jaén ha podido saber que la situación de Armengol en estos momentos podría terminar en una cesión. Además, Sergio Pérez se acerca al Mancha Real y Óscar Lozano deshoja la margarita para recalar en el Motril. Son movimientos habituales del mercado estival, pero también motivados porque la figura del entrenador no se hace presente en Jaén y no se sube al carro. Bueno, un pie tiene puesto en un escalón, pero parece que el otro se resiste a avanzar, degradando la imagen del Real Jaén, que merece un respeto mucho mayor.