El popular José Luis Sanz se ha proclamado este sábado como nuevo alcalde de Sevilla con el apoyo de los concejales del PP, mayoría simple, 14 ediles con los que el PP vuelve a recuperar la Alcaldía de la capital de Andalucía, un mandato en el que Sanz quiere “despertar a un gigante” con un modelo de gestión basado en el “trabajo intenso, cercano y planificado al milímetro”, sin “líneas rojas ni vetos” y un mandato en el que ha anunciado será “incómodo” en sus reivindicaciones al resto de administraciones.
Durante su discurso de investidura, en el que ha estado presente el presidente de la Junta, Juanma Moreno, además de una nutrida representación de la sociedad sevillana y de todos los ámbitos políticos, económicos y sociales, el ya alcalde de Sevilla se ha mostrado emocionado en algunos momentos, en especial al hablar de su familia. “Hay que cambiar muchas sinergias”, reconocía el ya alcalde, aunque reconocía que “me apasiona esta aventura”.
Sanz quiere “despertar a un gigante” en esta nueva etapa, ya que considera que la ciudad “despierta expectativas inabarcables y concentra un potencial que no se puede cuantificar”, señalando que “detesto la desorganización, la dejadez y la improvisación”, por lo que ha anunciado un modelo de gestión “de éxito que vamos a aplicar en cada barrio de Sevilla. Intenso, cercano y planificado al milímetro”, incluso la solución si falla algo.
“Vamos a gobernar para todos. Para los que nos votaron y para los que no. Sin sectarismos ni revanchas. Solo con el optimismo y la convicción de hacer cada día una ciudad mejor”, aseguraba el ya alcalde de Sevilla, que rechazaba poner “ni líneas rojas ni vetos a nadie”, especialmente significativo tras las palabras de la portavoz de Vox, Cristina Peláez, que le recriminaba el no haberse apoyado en sus tres concejales para tener un “gobierno estable”.
Para Sanz, se inicia “una nueva etapa en la que el apoyo, la colaboración, el entendimiento, la cooperación y las sinergias con la Junta de Andalucía van a suponer un auténtico revulsivo" para el desarrollo y el crecimiento de Sevilla.
Los aspectos que le “quitan el sueño a Sanz”
Tres son los aspectos que le “quitan el sueño” a Sanz, las reformas urgentes para que la ciudad funcione, los barrios más pobres y la falta de infraestructuras. Para afrontar el primero, “limpieza, seguridad, tráfico, aparcamientos, transportes públicos, zonas verdes, arbolado y medidas contra el calor”, ha señalado que “vamos a poner todos nuestros sentidos en ellos para que Sevilla vuelva a funcionar”, haciendo hincapié en que será “el mandato de los barrios”, dándole “más autonomía y rapidez”.
Entre las medidas: plan de choque en limpieza y reordenación del servicio; exigir 400 policías nacionales al Gobierno de la nación; Oficina de coordinación y planificación de obras usando la inteligencia artificial; reordenación del tráfico en Carretera Carmona; soterramiento de la RUN y de Paseo Colón; no habrá Plan Respira sin nuevos aparcamientos y mejora del transporte público; o el Anillo Verde de 45 kilómetros.
Con respecto a los barrios más desfavorecidos, ha anunciado una reunión “en los próximos meses” con todas las administraciones y el Comisionado del Polígono Sur, fin de las infraviviendas, recuperación de las escuelas taller y ampliación de la plantilla de Umies, entre otras, mientras que en el déficit de infraestructuras ha anunciado que será “un alcalde incómodo” exigiendo celeridad en la red completa de Metro, cierre de la SE-40, conexión entre el aeropuerto y Santa Justa y ampliación del anillo de cercanías: “No hay partidos ni ideologías, está en juego el futuro de la ciudad”, decía.
Sanz también destacó algunos de los proyectos que ha ido desgranando a largo de sus 600 días de campaña: libro de estilo para que el paisaje urbano tenga su identidad propia, diversificación de la oferta turística y equilibrio con los residentes; creación del distrito 12 en Cartuja; reactivación de los parques empresariales y sinergias con la Agencia Espacial Española y Defensa a través de Airbus; nuevo modelo de Gerencia de Urbanismo y redacción de un nuevo PGOU; recuperar la capitalidad cultural con tres efemérides clave en los años 26 (Real Alcázar); 27 (generación poética) y 29 (Exposición Iberoamericana), y trasladar el Museo de Bellas Artes al Rectorado de la Universidad de Sevilla, entre otros.
Por su parte, el alcalde saliente, Antonio Muñoz (PSOE), ha dicho que Sanz asume el cargo “con el reto de controlar que la ciudad no se pare, que no haya retrocesos, que la ciudad siga avanzando”, y sobre su trabajo desde la oposición ha señalado: “nos va a encontrar siempre dispuestos al diálogo, no entendemos otra forma de hacer política, y creo que lo hemos demostrado”. Ha avisado de que el PP no debe llegar a “acuerdos con la extrema derecha” contra “los avances en políticas LGTB o contra el cambio climático”.
No hay Pleno en Sevilla sin protesta
Como es habitual en los plenos relevantes del Ayuntamiento de Sevilla, también el de constitución de la nueva Corporación, a la que faltó por enfermedad el segundo de los ediles de Con Andalucía, Ismael Sánchez, contó con su manifestación.
En este caso eran los de Marea Blanca y reivindicaban más recursos y financiación para la sanidad pública, proclamas que se hicieron mucho más ruidosas a la llegada de los representantes de Vox, durante la espera del presidente de la Junta con la salida a la puerta del Consistorio de José Luis Sanz, alcalde electo, y Antonio Muñoz, alcalde saliente, y más aún con la llegada de Moreno.
