“Vamos a tener un verano algo más caluroso que el del año pasado, que ya fue caluroso, y hemos tenido una primavera extraordinariamente lluviosa, y la mezcla de calor y lluvia conduce inexorablemente a riesgo de incendios”, señaló Rubalcaba. El ministro reconoció que hasta ahora el número de hectáreas calcinadas por el fuego ha sido menor que las quemadas el año pasado por las mismas fechas, debido a que se ha retrasado la llegada del verano, pero ha advertido de que “lo malo está por llegar todavía, pero va a llegar”.
Ante ello, aseguró que las administraciones públicas están atentas y ha pedido la colaboración de los ciudadanos, “porque a veces los incendios se producen porque se hacen cosas que no se deberían hacer”.
Rubalcaba recordó que hay muchos actos elementales detrás de los incendios, como apagar mal las colillas de los cigarrillos o tirarlas por las ventanillas de los vehículos, dejar botellas de cristal en el campo y encender fuego en lugares no autorizados.
En la campaña de este año participan once ministerios, con 5.000 efectivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, 3.000 de la Unidad Militar de Emergencias (UME), 500 de las Brigadas de Refuerzo de Incendios (BRIF) y 70 medios aéreos. La campaña se desarrolla en estrecha coordinación entre el Gobierno central y las comunidades autónomas, que podrán requerir que se active la UME. Los ciudadanos están informados de los riesgos de los incendios y las recomendaciones oportunas a través de la página web de la Dirección General www.proteccioncivil.es, el portal Inforiesgos www.inforiesgos.es y los medios de comunicación.
La Sala Nacional de Emergencias de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias presta servicio las 24 horas, todos los días del año, efectuando el seguimiento de todos los incendios que comportan riesgos para los ciudadanos y sus bienes.
Desde la sala, se transmite la información y alertas a los organismos interesados y se solicita la actuación de la Unidad Militar de Emergencias y de otros servicios públicos.
Dicha sala se ha reforzado con medios humanos y tecnológicos, que permiten la alerta temprana, la detección de incendios y el seguimiento a través de satélite de focos de fuego, mediante la observación y registro de datos obtenidos por medio de plataformas espaciales geoestacionarias (Meteosat) y de órbita polar (Modis).
