Aún no hace ni dos meses que su nombre, el de Fermín López (El Campillo, Huelva 2003), era desconocido para el mundo del fútbol, dos meses desde que en Dallas marcó un gol y dio una asistencia en un clásico veraniego para saltar a todas las portadas, algo que repitió este martes con el tanto anotado en Mallorca.
A Fermín, cuando llegó el Barcelona con quince años, le bautizaron como 'Fermín el pequeñín'. Le faltaba físico y le sobraba talento. Aterrizó en el verano de 2016, con 13 años, justo cuando la FIFA había sancionado al Barça con la imposibilidad de fichar a jugadores jóvenes extranjeros. Llegaron casi sesenta españoles, Fermín era uno de ellos.
En su pueblo (2018 habitantes, según datos de 2022), lo conocían como 'El Messi de El Campillo', y con ocho años empezó a jugar en el Recreativo de Huelva, donde permaneció durante cuatro años. Firmó por la cantera del Betis, donde estuvo cuatro más, hasta que apareció el Barça en su camino.
Su primer técnico en el Barça fue Carles Martínez, ahora entrenador del Toulouse. En aquella temporada de captación obligada, se desplazó a la ciudad deportiva del Betis y le convenció nada más tocar el balón.
Martínez captó para la causa a Aureli Altimira y, sobre todo, a Jordi Roura, por entonces responsable del fútbol base, quien creyó en el pequeño Fermín desde que lo vio en acción.
Con quince años hizo las maletas, se despidió de sus padres, Fermín y Lola, y cambió Sevilla por Barcelona, el color verdiblanco por el azulgrana, pero sus inicios no fueron fáciles.
Fermín no se desarrolló físicamente como sus compañeros, le faltaba fuerza en el disparo y buscó mejorar otras habilidades. No fue titular ni en el infantil ni en el cadete, pero todo cambió cuando llegó al equipo juvenil.
Fue cuando empezó a crecer, en lo físico y en lo futbolístico. Fue el autor, por ejemplo, del gol que le dio el título de liga juvenil al Barcelona en la temporada 2021-22. Renovó dos años más y dio el salto al Barça Atlètic.
Para seguir creciendo, desde el club le propusieron salir cedido. Firmó por el Linares, equipo de la Primera RFEF, regresó a Andalucía y brilló: 'pichichi' con doce goles, repartió cuatro asistencias y Xavi Hernández no se lo pensó.
Una apuesta de Xavi
Con 20 años, Xavi lo rescató y vio en aquel centrocampista a un jugador diferente. El técnico del primer equipo lo vio en un par de entrenamientos y, aunque no estaba en la lista para la gira estadounidense, decidió darle una oportunidad y lo subió al avión.
El resto es la historia que está construyendo. El 27 de julio, en el A&T Stadium de Dallas, jugó en el clásico ante el Real Madrid y anotó un gol y dio una asistencia; hace unas semanas renovó con la entidad hasta el 30 de junio de 2027 y en la noche de este martes en Son Moix estaba donde tenía que estar para anotar su primer gol oficial con el primer equipo y darle un punto al Barça.
Fermín es íntimo de Gavi, andaluz como él y que llegó un año antes que el de El Campillo a La Masia. Jugaron juntos desde pequeños y el 'feeling' que tienen se nota. Gavi ha sido y es el anfitrión de Fermín, pese a ser más joven que este. Dicen quienes conviven con ellos en el vestuario, que lo cuida como un veterano.