Primer tropiezo (si se puede considerar como tal) por parte del Málaga en La Rosaleda. El equipo blanquiazul lo intentó, siendo por momentos superior, y por otros también, sometido al Real Madrid Castilla. A la postre, se puede considerar justo el 0-0 final.
El partido comenzó con una igualdad palpable, hasta que el Real Madrid Castilla sacó a relucir una de sus señas de identidad como es la presión alta. Esto impidió a los pupilos de Sergio Pellicer hilvanar jugadas que les permitiesen, siquiera, pasar del centro del campo.
Mientras que el Málaga lo intentaba con un tímido remate de cabeza, el cuadro capitalino sí llegaba con algo más de mordiente, aunque en ningún momento de los primeros 25 minutos se vio sufrir en exceso a Alfonso Herrero ni a Cañizares.
Llegada la media hora, Roberto estuvo a punto de hacer el gol de la jornada. Un buen centro de Genaro desde la derecha fue respondido por el delantero con una soberbia chilena a la que tuvo que responder Cañizares con una meritoria parada. Los locales comenzaban a estirarse y una Rosaleda a rebosar respondió con gritos de ánimo.
Las decisiones arbitrales también encendieron a la parroquia local. Genaro vio una tarjeta amarilla en el 33’ tras una supuesta falta cuando intentaba ganar un balón dentro del área rival. Con la de Dioni, ocho minutos antes, ya eran dos amonestaciones, algo que no sentó nada bien.
La tuvo en la recta final Kevin. Tras una jugada ensayada, cazó el balón en la frontal del área, pero su potente chut al primer toque se fue cerca del palo.
El primer susto de la segunda parte lo dio el filial blanco. Y vaya susto. Theo se plantó solo ante Alfonso Herrero tras una buena triangulación. Sin embargo, ahí estaba una vez más el toledano para hacer una parada memorable. En su rol, siempre sin hacer ruido, pero está cuando tiene que estar. El rechace volvió a caer en botas madridistas, pero en este caso el balón se estrelló en el palo. Serio aviso para un Málaga que no tenía, ni mucho menos, controlado el partido.
Llegaba el 75' y el partido estaba extraño. El cuadro costasoleño seguía sin encontrarse en el campo, mientras el Castilla lo seguía intentando, en este caso mediante un tiro de Peter que se marchó cerca. La respuesta malaguista llegó con un disparo de Kevin desde fuera del área que se marchó alto.
Los minutos pasaban y el partido agonizaba. El ímpetu de los blanquiazules, no obstante, fue insuficiente para crear alguna ocasión de peligro clara que supusiese la victoria. El filial merengue cuenta desde ya con el honor de ser el primer equipo que rasca algún punto de Martiricos. Y que sea el último.
