El último día del mes de octubre de 2023 fue la noche de Juanito Villar. Fue realmente el rencuentro con el artista de los artistas, el más popular y relevante de la última época de los cantes de Cádiz. En el marco de la tercera Bienal de Flamenco Cádiz, Jerez y Los Puertos, la organización dedicó una noche plenamente a rendir honores al hijo de la Jineta, como se le conoció artísticamente en sus orígenes.
Manuel Martín Martín, contundente y eficaz, pasional y certero en sus palabras, desglosó como pocos saben la trayectoria del cantaor que ya goza de 76 años de edad y que iba vestido para la ocasión como si “te hubieras a tomar de dichos”, le dijeron con ese gracejo sus admiradoras gaditanas. ¡Qué age más grande!
La gala se celebró en el Palacio de Congresos de la capital, cerca del barrio de Santa María, pórtico de un entramado de calles que llevan el nombre, entre otros, de Mariana Cornejo, Chano Lobato y Perla de Cádiz. El auditorio no estaba lleno del todo y es algo que no se comprende porque debería haber lucido el cartel de no hay billetes. Independientemente de ello, porque al final la emoción superó con creces cualquier elemento externo, los artistas que se dieron cita aportaron pequeñas dosis de arte y todos los que allí nos reunimos pasamos una gran velada.
Antes de Juanito Villar, uno de los cantaores más influyentes de los últimos cincuenta años, pasaron algunos de sus discípulos como Caracolillo de Cádiz, una voz a tener muy en cuenta por su frescura, airosidad y compás. Por bulerías repasó los grandes éxitos del maestro y de otros como Pansequito, legado al que también recurrió minutos más tarde Rancapino Chico, a un nivel de ensueño. Paco León acompañó a las dos voces, con el nivel intachable que lo caracteriza y con un sentido del toque propio de las mejores figuras. A las palmas, los jerezanos Javi Peña y José Peña.
A renglón seguido, un nuevo dúo. Samuel Serrano, chipionero que se dejó el pellejo por seguiriyas y que endulzó la noche con las sevillanas En las marismas del cielo, una de las últimas composiciones de éxito de Paco Cepero quien, por cierto, ha sido figura clave en la magnitud del cantaor, su carrera y sus triunfos discográficos. May Fernández es de las que te crujen, es de las que no saben mentir en el escenario y de las que llevan a gala ser de la tierra del Mellizo. Es fuego en erupción y puso el pescao a un alto precio. Por bulerías y fandangos tocó el cielo de los recuerdos, donde habitan las gargantas de oro de la tacita de plata.
Para terminar, Juanito recibió el aplauso, el cariño y una placa que recordará su gran noche, además de contar con la presencia del alcalde de su cuidad, Bruno García, que recibió desde el patio de butacas una elocuente petición: “¡una calle y un monumento para Juan Villar!”. Sí señora, nos sumamos a ello como llevamos tiempo reivindicándolo en público, por escrito y en cualquier oportunidad mediática. El cantaor debe gozar de ese premio por toda una vida sumando melismas, mejorando la evolución y vistiendo de honrosa dignidad la trimilenaria Cádiz.
Luego, con un excelso y singular Manuel Jero, recordando a su padre Periquín, el protagonista cantó por soleá, tangos y bulerías. Su inconfundible eco cerró la noche, cantándole a Antonio Canales por jaleos y con parte de su familia en el escenario. Todos, con una especial Manoli de Gertrudis, se fundieron en una fiesta casera y llena de amor al patriarca.
