Así lo anunció ayer en una rueda de prensa la directora general del Imserso, Purificación Causapié, con motivo de la celebración del Día Mundial del Alzheimer, el 21 de septiembre, que éste año tiene por lema Juntos Podemos.
Causapié ha informado de que en 2011 se sumarán al sistema de prestaciones aquellas personas con dependencias moderadas, entre ellas, las demencias en fase inicial, que podrán recibir terapias no farmacológicas como la estimulación cognitiva y conductual.
Estos apoyos, ha añadido, pueden retrasar los síntomas de la dolencia que producen “mayor dependencia”, retardar sus desarrollo y mantener la autonomía personal del afectado, distanciando en la medida de lo posible su ingreso en un centro.
El neurólogo Juan Rafael García, de la Sociedad Española de Neurología, ha recordado que los síntomas van desde pequeñas pérdidas de memoria y desorientación tempoespacial hasta una “incapacidad profunda”.
El paciente deja de hablar, no conoce a sus allegados, presenta incontinencia urinaria y fecal, y aumenta la rigidez muscular, hasta quedar inmovilizado y alimentarse con una sonda nasogástrica.
Causapié ha dicho que otro elemento importante que mejorará la calidad de vida de estos pacientes será el Libro Blanco que se está llevando a cabo para mejorar la coordinación sociosanitaria entre las diferentes administraciones.
El presidente de la Confederación Española de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias (Ceafa), Emilio Marmaneu, ha apuntado como uno de los fallos que es urgente corregir “la desigualdad territorial” de la que adolece el sistema actual de prestaciones a los dependientes.
“Si yo fuera una persona enferma de alzheimer, preferiría padecer esta enfermedad en unas comunidades que en otras”, ha confesado Marmaneu, quien ha pedido además que la Ley de Dependencia “no pierda el norte” y sirva para prestar servicios y no sólo ayudas económicas, ya que, de lo contrario, “fracasaría”.
El presidente de Ceafa ha expresado su confianza en que antes de que finalice esta legislatura se apruebe una Estrategia Nacional de Alzheimer.
Marmaneu ha comentado que ante este reto es preciso insistir en que “juntos podemos”, porque esto sólo será posible contando con las administraciones, las personas afectadas y las sociedades científicas, desde una perspectiva integradora y socio-sanitaria.