"Ninguna reivindicación ha sido formulada por el momento", indicó la empresa gala en un comunicado en el que precisó que el secuestro se produjo en la madrugada del miércoles en el campo petrolero nigeriano de Addax, en el golfo de Guinea.
El Ministerio galo de Exteriores, por su parte, confirmó el secuestro de los tres ciudadanos franceses y señaló en un comunicado que está "plenamente movilizado tanto en París como en Abuya para lograr su liberación".
Los secuestradores, que atacaron la embarcación en la que había 16 trabajadores, llevaron a cabo el abordaje en varias lanchas rápidas, indicó el grupo naviero.
Nadie resultó herido durante el ataque, agregó la empresa gala, que indicó que la embarcación asaltada, el Bourbon Alexandre, es un barco auxiliar de petroleros.
El "grupo de crisis" de la empresa se reunió para evaluar la situación en tiempo real y se movilizó para "obtener la liberación lo antes posible y en condiciones de seguridad", agregó Bourbon, que subrayó que trabaja "en estrecha colaboración con las autoridades francesas y nigerianas".
La retención de estos tres trabajadores se produce después de que el pasado jueves cinco empleados franceses del grupo nuclear galo Arev, que trabajaban en una explotación minera en el norte de Níger, fueran secuestrados junto a un trabajador togolés y otro malgache.
Dicha acción fue reivindicada por el grupo terrorista Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), el mismo que el pasado mes de julio ejecutó al cooperante francés Michel Germaneau, tras haberlo secuestrado semanas antes.
Francia se encuentra actualmente en una situación de alerta ante eventuales ataques terroristas y ha reforzado el despliegue policial en su territorio nacional.
El grupo Bourbon ya fue objeto del ataque de un grupo de secuestradores en enero de 2009, también en Nigeria, y en octubre de 2008 en las costas de Camerún.
En ambas ocasiones, los rehenes fueron liberados pocos días después del asalto.
Nigeria es uno de los principales productores de petróleo del mundo y donde los ataques a instalaciones de hidrocarburos y secuestros de trabajadores son habituales.